11 Dic La contaminación en el aire puede incrementar hasta un 28% el riesgo de padecer cáncer de mama.
Las mujeres que viven o trabajan en ambientes contaminados tienen más riesgo de desarrollar cáncer.
Laura Campillo 30/10/2023
Según una investigación del Departamento Medioambiental para la Prevención del Cáncer del Centro Léon Béhard para el Cáncer (Francia), las mujeres que trabajan y viven en lugares con una alta tasa de contaminación en el aire, tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama que aquellas que lo hacen en áreas menos contaminadas.
El estudio comparó la exposición a la contaminación en el hogar y el lugar de trabajo de 2.419 mujeres con cáncer de mama con la de 2.984 mujeres que no padecían la enfermedad entre 1990 y 2011.
Los resultados muestran que el riesgo de cáncer de mama se incrementa en un 28% cuando la exposición a pequeñas partículas (PM2.5) en suspensión en el aire se incrementa en 10 ug/m3, que es aproximadamente la misma diferencia que existe en concentración de partículas PM2.5 en los entornos rurales respecto a las áreas urbanas de Europa. También se documentaron pequeños incrementos en el riesgo de cáncer de las mujeres expuestas a niveles elevados de contaminación atmosférica por partículas de mayor tamaño (PM10 y dióxido de nitrógeno).
«Nuestros datos muestran una asociación estadísticamente significativa entre la exposición a pequeñas partículas contaminantes a largo plazo, en casa y en el trabajo, y el riesgo de cáncer de mama. Este hallazgo contrasta con investigaciones previas que tenían como objeto únicamente la exposición a dichas partículas en el lugar de residencia de las mujeres, y que mostraron efectos insignificantes o ausencia de efectos en el riesgo de cáncer de mama», ha declarado la profesora Béatrice Fervers, directora del Departamento Medioambiental del centro francés.
Fervers y sus colaboradores se proponen ahora investigar los efectos de la exposición a la contaminación durante los desplazamientos al trabajo para obtener un panorama completo de los efectos en el riesgo de cáncer de mama.
Por su parte, el profesor Charles Swanton, del Instituto Francis Crick de Londres (Reino Unido), cuya investigación sobre cómo las partículas PM2.5 pueden desencadenar cáncer de pulmón en no fumadores se presentó en el Congreso ESMO 2022, ha subrayado la importancia de los nuevos hallazgos en cáncer de mama. «Estas partículas de pequeño tamaño pueden adentrarse en el interior de los pulmones y llegar al riego sanguíneo, desde donde llegan a la mama y a otros tejidos», h advertido.
«Ya hay evidencia de que los contaminantes del aire pueden alterar la arquitectura de la mama (3,4). Será importante estudiar si la polución permite que las células del tejido mamario con mutaciones preexistentes promueven el crecimiento de tumores, probablemente por procesos inflamatorios, similares a nuestras observaciones en no fumadores con cáncer de pulmón», ha declarado.
Para el investigador es muy preocupante que las pequeñas partículas contaminantes del aire y que las partículas de microplástico de tamaño similar estén entrando en el ambiente cuando aún no comprendemos su potencial para facilitar el desarrollo de cáncer. «Existe una urgente necesidad de llevar a cabo estudios de laboratorio para investigar los efectos de estas pequeñas partículas contaminantes en la latencia, grado, agresividad y progresión de los tumores de mama«, ha añadido.
Expertos piden reducir la contaminación
El profesor Jean-Yves Blay, director de Políticas Públicas de ESMO, ha señalado que estos estudios muestran evidencias epidemiológicas y biológicas sólidas del vínculo entre la exposición a partículas PM2.5 y el cáncer, y, por tanto, se cuenta con buenos motivos clínicos y económicos para reducir la contaminación para prevenir el cáncer.
Tras una propuesta de la Comisión Europea en octubre de 2022 para reducir el límite de partículas PM2.5 en el aire desde el actual umbral de 25 ug/m3 a 10 ug/m3 en el año 2030, ESMO ha hecho un llamamiento urgente para la reducción del límite de PM2.5 aún más, a 5 ug/m3, de acuerdo con las guías de la Organización Mundial de la Salud sobre la calidad del aire.
«Reducir las partículas PM2.5 presentes en el aire hasta el nivel recomendado por la OMS es crucial, por su asociación con diversos tipos de tumores, incluyendo los de mama. Tenemos la responsabilidad de impulsar ese cambio, no solo por la gente de Europa, sino en todo el mundo, donde hay grandes variaciones en la contaminación», ha añadido Blay.