La implementación de un canal ético o canal de denuncias es esencial para fortalecer la integridad, la ética y la transparencia dentro de una organización. Este mecanismo proporciona a empleados, usuarios, proveedores y otras partes interesadas un medio confidencial y seguro para informar sobre conductas indebidas, violaciones éticas o irregularidades que puedan surgir en el entorno organizacional.

La necesidad de un canal ético o canal de  denuncias se fundamenta en el reconocimiento de que ninguna organización está exenta de enfrentar desafíos éticos o situaciones conflictivas. Este canal actúa como un faro que ilumina posibles problemas antes de que escalen, promoviendo una cultura de integridad y responsabilidad.

Este canal no solo sirve como un mecanismo de respuesta a situaciones problemáticas, sino que también es una herramienta proactiva para la prevención de riesgos, la detección temprana de irregularidades y la promoción de una cultura ética. Además, al proporcionar un medio confidencial, se busca eliminar barreras y temores que puedan impedir que las personas denuncien conductas inapropiadas.