07 Ago La inteligencia artificial amenaza más los empleos ocupados por mujeres.
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) amenaza más a las mujeres. Según un reciente estudio del McKinsey Global Institute, más mujeres que hombres perderán su empleo a finales de esta década a causa de la automatización de sus puestos de trabajo.
Carles Planas Bou
El informe señala que la creciente digitalización del entorno laboral impactará sectores productivos como la atención al cliente, la alimentación o el apoyo de oficina, eminentemente ocupados por mujeres. Para más inri, estas también ocupan los trabajos peores pagados —como la venta al por menor o los cajeros—, lo que influirá negativamente en su afectación.
El estudio, centrado en la población laboral de Estados Unidos, concluye que casi un tercio de las horas trabajadas en el país podrían automatizarse en los próximos siete años. Eso significa que, en 2030, unos 12 millones de personas tendrán que cambiar de empleo, pues algunos verán reducida su demanda y otros podrían quedar obsoletos debido al impacto de la IA.
La mayoría de ellas serán mujeres, que tendrán que adquirir nuevas competencias para operar en otras industrias que demandarán más profesionales. Es el caso de la sanidad o las profesiones STEM, las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Este último campo es eminentemente masculino, si bien administraciones públicas como la catalana están tomando medidas para tratar de revertir la situación incentivando esos estudios entre el público femenino. En Catalunya, sólo un 8,6% de las profesionales de ese sector son mujeres.
Problemas para los más pobres
El estudio del McKinsey Global Institute advierte que los trabajadores con los salarios más bajos serán los más vulnerables a la transformación del modelo económico actual. Quienes cobran menos de 38.200 dólares (casi 35.000 euros) al año podrían representar hasta el 80% de los cambios de trabajo.
De nuevo, en esa franja más precaria del sistema hay más mujeres que hombres. Sin embargo, el impacto laboral de la IA también afectará con más fuerza a otros perfiles y grupos sociales. Es el caso de los trabajadores hispanos, de los que no tienen estudios universitarios, de los más jóvenes y también de los más adultos.
El estudio coincide con otras publicaciones que también apuntan al mayor impacto que esta revolución industrial tendrá para las mujeres. Ya lo advirtió hace un par de años la economista española Lucía Velasco en el libro ‘¿Te va a sustituir un algoritmo?‘. «Las mujeres ocupan los trabajos más mal pagados. Y estos son los que más sufrirán la digitalización», contó en una entrevista a EL PERIÓDICO.
Los autores del informe señalan que la integración de la IA en los entornos laborales puede agilizar las tareas de empleos ya existentes o crear nuevas oportunidades de trabajo. Sin embargo, estas no tienen por qué ser positivas. En declaraciones a ‘The Washington Post’, Kerry McInerney, investigadora del Centro Leverhulme para el Futuro de la Inteligencia de la Universidad de Cambridge, avisa que los trabajadores más precarios pueden «verse empujados hacia áreas como el etiquetado de datos», cuyo impacto psicológico puede ser «muy dañino».