DERECHO A CUIDAR Y A SER CUIDADA

DERECHO A CUIDAR Y A SER CUIDADA

«Los cuidados nos conciernen a todos. Crean el tejido que mantiene unidas nuestras sociedades y que aúna a nuestras generaciones. A lo largo de la vida, tanto nosotros como nuestros seres queridos necesitaremos cuidados o los dispensaremos» así lo recoge la introducción de la Estrategia Europea de Cuidados 2022.

El III Plan Estratégico para la Igualdad efectiva entre Mujeres y Hombres 2022-2025 de España contiene una serie de compromisos para avanzar en el reconocimiento del derecho al cuidado además de la imprescindible reorganización social justa de los cuidados y de los usos del tiempo.

El trabajo indispensable para la sostenibilidad de la vida, son los cuidados. Las mujeres mayoritariamente han realizado este trabajo a lo largo de historia, sin remuneración, ni reconocimiento social. La sociedad actual está facilitando por fin, la incorporación en igualdad a las mujeres al mercado laboral en todas las disciplinas.

Ya en 2018 M. Ángeles Duran en el tratado sobre el cuidado La riqueza invisible del cuidado anunciaba que era urgente encontrar alternativas ya que la demanda de cuidados va a ser creciente y ni el mercado, ni los hogares van a resolver esta necesidad si no se cambia el sistema de cuidados y su organización.  Y en ello se está.

Para realizar ese cambio es fundamental visibilizar y revalorizar el trabajo de los cuidados, que han de ser de calidad dentro y fuera del hogar. Visibilizar es reconocer y valorar un trabajo que tiene que tener su contraprestación económica y social. Es imprescindible crear un nuevo sistema de servicios de cuidados que sea accesible, universal, de calidad, público y distribuido por todo el territorio llegando al medio rural porque tenemos los mismos derechos. Para que un servicio sea de calidad las personas que lo prestan tienen que tener condiciones laborales dignas y ser profesionales del cuidado centrado en la persona. No nacemos enseñados y aprender podemos siempre. Aprender a cuidar como nos gustaría ser cuidados es una obligación y también lo tiene que ser para autocuidarnos.

Para que las personas que trabajan puedan realizar estos trabajos de cuidado han de disponer además de voluntad de tiempo. Hasta fechas recientes al trabajo se iba libre de cargas de cuidados y quehaceres del hogar, para eso ya estaba la mujer. Esto ya ha cambiado y la corresponsabilidad cada día es mayor, y hombres y mujeres se reparten las tareas del hogar. Pero siempre hay circunstancias imprevisibles, enfermedades o accidentes no esperados, fechas de descanso educativo imposibles de coordinar con el trabajo, y para ello nacen los derechos de conciliación. Permisos retribuidos o no que disfrutaban los funcionarios públicos se han ampliado para el resto de las personas trabajadoras y otros nuevos para todos se acaban de aprobar. Ello contribuye a crear un nuevo sistema que favorece el cuidado familiar tanto para  descendientes, ascendientes incluso familiares de segundo grado siempre que se conviva.

Para reconocer un derecho hay que mostrar las necesidades y razones que lo justifican y el deber moral de su aceptación e inclusión en el ordenamiento jurídico. Razón es que el cuidado es imprescindible para la vida; Razón es que el cuidado debe formar parte de las políticas públicas para lograr la igualdad y el bienestar de la sociedad y las mujeres no pueden seguir siendo el sostén del Estado de bienestar a costa de las limitaciones del ejercicio de sus derechos y por ello hay que revalorizar el trabajo de cuidado para hombres y mujeres y así avanzar en el cambio de paradigma social y político que se necesita. Razón es que hay que atender las necesidades de cuidado de la sociedad, pero también hay que atender a las personas que las prestan porque sin ellas no será posible..

El deber moral es el conocimiento. La teoría de la abuela nos muestra que los seres humanos que ocupamos el planeta Tierra, venimos de una estirpe donde el cuidado que realizaba la abuela fue determinante para nuestra superviviencia. Sin cuidados ni afectos, no viviremos. Creemos una sociedad orgullosamente cuidadora.