18 Abr Nuevo descubrimiento sobre las causas de la demencia: encuentran regiones específicas del cerebro dañadas por la hipertensión.
La hipertensión puede dañar el cerebro de muchas maneras diferentes.
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Uno de los grandes misterios actuales para la ciencia médica tiene que ver con las causas específicas y los mecanismos patológicos que subyacen a las demencias, un grupo de enfermedades neurodegenerativas que en conjunto afectan a nada menos que más de 50 millones de personas en todo el mundo.
La relación entre la hipertensión y la demencia
En la búsqueda de respuestas, lo que sí que han encontrado los científicos es una serie de condiciones que podrían influir en el posible desarrollo de la demencia. Una de ellas es un problema cardiovascular muy común, la hipertensión.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Edimburgo (Escocia) y de la Facultad de Medicina de la Universidad Jagellónica (Polonia) ha identificado áreas específicas del cerebro que pueden resultar dañadas por la hipertensión y que podrían relacionarse con el desarrollo de demencia.
Según publican en el medio especializado European Heart Journal, la hipertensión puede dañar el tejido cerebral de diferentes maneras. Por ejemplo, puede impactar los vasos sanguíneos del cerebro de manera severa, llevando a que cambien de forma, se endurezcan o se bloqueen las arterias. Cuando la tensión aumenta, el incremento en la presión se transmite desde los vasos más grandes a los más pequeños, llevando a su disfunción y a una enfermedad conocida como enfermedad de los vasos sanguíneos pequeños.
Esto no sólo afecta al flujo de sangre en el cerebro, sino que también potencia procesos patológicos como la activación inflamatoria o la neurodegeneración, factores que contribuyen a la demencia, la pérdida de memoria y a perjudicar varias funciones cognitivas.
Nueve áreas afectadas
En este trabajo, que combina el análisis de imágenes tomadas mediante resonancia magnética con datos observacionales de miles de participantes de tres grandes estudios (UK Biobank, COGENT y el Consorcio Internacional de la Hipertensión), los autores identifican cambios en nueve áreas del cerebro relacionados con la hipertensión y con una función cognitiva disminuida.
Una de estas áreas es la conocida como ‘putamen’, y es responsable del aprendizaje y del control motor. Otras incluyen la radiación talámica anterior, la corona radiata anterior, o la extremidad anterior de la cápsula interna, implicadas en tareas como la planificación o la ejecución de conductas tanto simples como complejas, la toma de decisiones, el manejo de las emociones, el procesamiento cognitivo o la motivación.
Este hallazgo, opinan los investigadores, podría servir de base para desarrollar herramientas de medicina de precisión orientadas al futuro en sus ámbitos diagnóstico y terapéuticos. «Mirar más de cerca», argumentan, «también puede decirnos mucho más sobre cómo funcione el cerebro en la condición de hipertensión e identificar nuevas maneras de mejorar esta función».