España debe «sentir orgullo como país» de sus políticas a favor de las personas con discapacidad.

España debe «sentir orgullo como país» de sus políticas a favor de las personas con discapacidad.

Ángel Lossada Torres-Quevedo, embajador en Misión Especial para la Convención de la ONU.

Servimedia / Madrid

Enlace noticia original

El embajador en Misión Especial para la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Ángel Lossada Torres-Quevedo, considera que en España “tendríamos que sentirnos orgullosos como país” por todo los objetivos que se han cumplido en la defensa de este colectivo y defiende que “ese mérito le corresponde al Grupo Social ONCE en gran medida”.

 

En una entrevista en Servimedia, Lossada recordó que España, como uno de los países firmantes de la Convención, “tiene como una de sus obligaciones fundamentales un buen cumplimiento de esa Convención” y agregó que por eso, entre otras razones, fue nombrado para este cargo, el pasado 25 de octubre de 2022.

Su labor es “colaborar con el Gobierno de España y todos los poderes públicos españoles para que contribuyan o se aseguren de que estamos cumpliendo cabalmente con la Convención». «Este es el objetivo fundamental”, indicó al recordar que para alcanzarlo «es fundamental el trabajo de la sociedad civil y muy especialmente el esfuerzo que cotidianamente realiza la ONCE”.

Para el diplomático, “el trabajo del Grupo Social ONCE es la pieza clave para que España sea un país realmente comprometido con el buen cumplimiento de la Convención”.

En la misma línea, y con respecto a la próxima visita de una delegación para examinar el cumplimiento de la Convención en España, Ángel Lossada manifestó que “no deberíamos tener miedo a ese examen, más bien creo que tendríamos que sentirnos orgullosos como país”. Además, insistió en que “ese mérito le corresponde al Grupo Social ONCE en gran medida”. “En ese examen cotidiano, pues creo que podemos estar tranquilos”, recalcó el embajador.

RETOS PENDIENTES

Ángel Lossada también comentó que «quedan muchas cosas por hacer, no cabe ninguna duda que todavía hay muchas cosas que debemos poner en práctica”. Y para los próximos años, explicó que “el buen cumplimiento de la Convención implica toda clase de políticas públicas de una forma transversal, no ministerio a ministerio, sino en su conjunto”.

Por ello, subrayó, que lo que se debe hacer, entre otras cosas, es asegurarse de que se aplique «en todos los aspectos del poder público español, en todos los niveles, desde el Ejecutivo hasta el legislativo o Judicial, y también los poderes autonómicos”.

“El Estado en su conjunto debe trabajar de forma lo más coordinada posible para que todos los objetivos de la Convención se conviertan en una realidad efectiva”, abundó.

Además, agregó cómo le afecta a él, que es «verificando en el Ministerio de Asuntos Exteriores en qué manera o de qué manera podemos, en nuestros ámbitos de actuación -la política exterior-, asegurarnos de que contribuyen también al buen cumplimiento de la Convención”.

SITUACIÓN EN EUROPA

Lossada señaló que en los escasos meses que lleva en el puesto, ha podido ver que sobre el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad «hay voluntad en Europa». «Lo que no sé es hasta qué punto ha permeado como yo creo que ha ido permeando en la sociedad española, digamos la gestión o los derechos más que la gestión de los derechos de las personas con discapacidad».

A este respecto, «sin hacer la pelota tengo que volver a mirar a la ONCE», declaró, «porque efectivamente creo que quizá es una institución de vanguardia». Y comentó que todavía no sabe «con exactitud cuáles son los instrumentos de otros países europeos en la gestión de sus obligaciones o para el buen cumplimiento de las obligaciones en relación con la Convención». A su juicio, por lo visto hasta ahora en España «podemos estar orgullosos de nosotros mismos como país de la forma en la que se abordan las cuestiones vinculadas a la discapacidad».

Diplomático desde 1988, Ángel Lossada Torres-Quevedo ha estado destinado a lo largo de su carrera en las embajadas de España en Moscú, Argelia, París, Líbano y Sudáfrica y, como embajador, en la República de Chipre y en la República Checa. En Madrid, entre otros puestos, ha sido subdirector general de Oriente Medio; director general de Asuntos Internacionales de Terrorismo, No Proliferación y Desarme, además de Secretario de Estado de Asuntos Exteriores.