23 Ene Desarrollan un ‘espejo inteligente’ para los mayores que viven solos en casa.
Permite hacer videollamadas tanto con profesionales como familiares.
Laura Moro
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El mundo de los cuidados está en plena revolución. Cada vez son más los aparatos que se están desarrollando para mejorar la seguridad de los mayores o personas con discapacidad que viven solos en sus casas.
Lo último en conocerse es un ‘espejo inteligente’ desarrollado por un grupo de investigadores de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
El espejo se puede instalar en cualquier lugar de la casa y permite hacer videollamadas tanto con profesionales como familiares.
El aparato es táctil y el usuario puede ver su imagen como en cualquier otro espejo, con la diferencia de que este es capaz de medir la presión arterial, recordar las citas médicas o la medicación, y recoge datos tan relevantes como la temperatura del hogar, el consumo eléctrico, si hay ventanas o puertas abiertas, e incluso detecta si la persona se despierta por la noche y deambula por su vivienda.
Se ha probado con éxito en España y Portugal
Un aparato con funciones tan relevantes para el usuario ha sido el resultado de tres años de trabajo para el grupo liderado por Juan Carlos López, catedrático de la Escuela Superior de Informática de Ciudad Real, y María José Santofimia, profesora titular.
El equipo, formado por 24 investigadores contó con una financiación de 343.160 euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, y si todo sigue su curso, podrá comercializarse próximamente.
De momento, se ha probado en cuatro casas de Portugal, en a residencia de mayores El Salvador, de Pedroche (Córdoba) y en un domicilio de la misma ciudad, y los usuarios han valorado positivamente el dispositivo.
Ahora, el aparato se instalará en las viviendas de decenas de pacientes de las consultas de Geriatría de los hospitales de Albacete y de Getafe, y cuando salga al mercado costará unos 2.000 euros, aunque si alguna empresa estuviera interesada, el precio podría bajar.
Sin duda, es toda una revolución para el mundo de los cuidados y una solución para los mayores que quieren seguir viviendo en sus hogares.