09 Dic La salud ginecológica en mujeres con discapacidad intelectual: un tercio de ellas no se ha hecho nunca una revisión.
La federación Plena Inclusión Madrid y la Universidad Autónoma han llevado a cabo un estudio para evaluar cómo está el acceso de las mujeres con discapacidad intelectual y de desarrollo a la salud ginecológica.
Mercedes Borja
A finales de año se presentó el ‘Estudio de realidad y necesidades en materia de salud ginecológica de las mujeres con discapacidad intelectual y/o del desarrollo’, una investigación llevada a cabo entre la Universidad Autónoma de Madrid y la organización Plena Inclusión Madrid para evaluar el acceso de las mujeres con discapacidad intelectual y de desarrollo a la salud ginecológica.
El resultado de este estudio deja ver que este acceso es bastante deficiente y muestra datos muy preocupantes, lo que pone de manifiesto la necesidad de diseñar un plan específico para mejorar esta situación.
Según datos del estudio, basado en una encuesta que respondieron mujer con discapacidad intelectual y sus familias, una de cada tres nunca ha acudido a una revisión ginecológica. Entre las causas, las propias mujeres reconocen que el miedo o la vergüenza, pero también porque, especialmente las familias, consideran que no las necesitan, “históricamente, las mujeres con discapacidad intelectual y del desarrollo han sido personas muy sobreprotegidas, mucho más que los hombres con este tipo de discapacidad”, asegura Rebeca Tur, coordinadora del programa de género de Plena Inclusión Madrid. “Siempre han sufrido más sobreprotección, especialmente en el tema de las relaciones sexuales, porque se ha considerado que es un tema peligroso, sobre el que no tienen control…y no se les ha permitido tener una vida sexual y afectiva plena. Entonces, si se da por hecho que no van a tener relaciones sexuales, directamente se piensa que no tienen necesidad de ir a ginecólogo, pero se olvidan de la parte médica la de salud”.
«El tema de las relaciones sexuales en las personas con discapacidad sigue siendo un tema muy tabú. Tanto la familia como los profesionales que las rodean lo único que ven es un riesgo de embarazo”
Esto puede comprometer seriamente la salud de estas mujeres, además de su derecho a decidir, “el tema de las relaciones sexuales en las personas con discapacidad sigue siendo un tema muy tabú, y tanto la familia como los profesionales que las rodean lo único que ven es un riesgo de embarazo”, asegura Rebeca Tur. Además, no solo las mujeres que tienen relaciones sexuales tienen riesgo de padecer enfermedades ginecológicas, “es cierto que el cáncer de útero está muy asociado al VPH (virus del papiloma humano), y este con las relaciones sexuales, pero hay otras enfermedades y molestias que pueden tener y que, si no se controlan, pueden poner en riesgo su salud, como cáncer de mama, miomas, ovarios poliquísticos miomas, dolores de regla fuertes… Si cualquier mujer se hace sus revisiones ginecológicas, ¿por qué ellas no?”.
Otro de los problemas es la accesibilidad de las consultas. Además de que las derivan menos desde atención primaria, una vez se las deriva, se sienten bastante perdidas, nadie les explica en qué consiste la consulta e incluso en la mayoría de los casos (casi el 60%) ni siquiera el profesional les habla directamente a ellas.
A pesar de que las mujeres tienen que vivir muchos años de su vida con la menstruación, según este estudio, en muchos casos no se les informa bien ni se les deja decidir, por ejemplo, qué tipo de productos de higiene utilizar, algo que solo hacen el 6% de las encuestadas. Tampoco son muy conscientes del día del mes en el que les toca la próxima menstruación (54%) ni saben lo que es la menopausia (51,6%). Estos y otros datos ponen de manifiesto la falta de formación e información, tanto de las propias mujeres, como de su entorno y de los profesionales de la medicina que les tiene que atender.
Para solucionar estas carencias, Plena Inclusión Madrid, desde su grupo de mujeres, llevan años preocupados con este tema, “tenemos un grupo de mujeres con y sin discapacidad de distintas organizaciones y ya desde hace algunos años empezamos con distintas acciones. Una de ellas era hacer este estudio y hemos seguido con formaciones de distintos temas (anticonceptivos, menopausia…), elaboramos materiales adaptados con lectura fácil para que sean más accesibles, también estamos viendo cómo hacer las consultas ginecológica más accesibles…”.
«A las mujeres con discapacidad intelectual hay que apoyarlas y formarlas, no simplemente anular una parte de su vida”.
Sin embargo, esto es insuficiente, por lo que piden más colaboración para crear un plan de mejora de acceso a la salud ginecológica de estas las mujeres. Este plan, debería incluir, por ejemplo, “que se tengan en cuenta las necesidades específicas de estas mujeres y que se dote de herramientas y recursos para que estas mujeres tengan garantizado su derecho a la salud. Y para, eso, por ejemplo, hay que hacer los hospitales y consultas más accesibles, que se les explique muy bien qué les van a hacer en las consultas, que se les hable a ellas, que se les dedique más tiempo …”.
En definitiva, más recursos, financiación específica para que se les garantice, de verdad, su derecho a la salud. De lo contrario, “se compromete, no solo el derecho a la salud, también su derecho a la maternidad y el derecho a entender el mundo en el que se vive”. Y es que Rebeca Tur reconoce que, especialmente el tema de la maternidad entre las mujeres con discapacidad “sigue siendo un tema muy controvertido, hay mucha resistencia por parte de las familias a que las mujeres con discapacidad intelectual se queden embarazadas. Existe la idea errónea de que si no se pueden cuidar a sí mismas cómo van a cuidar de otros, y eso no es verdad, porque muchas de ellas acaban siendo cuidadores de sobrinos, padres… ¿por qué no van a poder cuidar a un hijo? Necesitarán apoyo y ayuda como todas las madres del mundo, pero a ellas siempre se les achaca que toda la ayuda que necesitan es por su discapacidad. A estas mujeres hay que apoyarlas y formarlas, no simplemente anular una parte de su vida”, enfatiza.