10 Nov Un escudo de protección tecnológica para las mujeres maltratadas.
Iniciativas públicas y privadas unen fuerzas para innovar en la lucha contra la violencia de género y salvaguardar a las víctimas con IA, blockchain o biometría de voz.
Alexia Columba Jerez
El 25 de noviembre será el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer , y es en estos momentos, con una cifra de 1.118 víctimas mortales de violencia de género en España desde 2003, cuando puede uno puede preguntarse cómo la tecnología puede ser un aliado para erradicar esta lacra. Uniendo la sinergia de empresas, instituciones y asociaciones que pueden aportar soluciones pioneras. Todo ello añade un valor diferencial que genera una tecnología que salva vidas y nos descubre una nueva cara de las empresas en su capacidad de innovar.
Uno de los proyectos más destacables ha surgido en Extremadura. Fue Gregorio Gómez Mata , cofundador de Alma , una asociación contra la violencia de género , quien propuso al grupo de Investigación de Tecnología Electrónica de la Universidad de Extremadura el desarrollo de un dispositivo que permite a la mujer que convive con el maltratador pedir auxilio. Mata señala «hay que pensar en las víctimas que están conviviendo con el maltratador, y que son la mayoría».
«Los soluciones tecnológicas existentes se les dan a ellas, pero no están pensadas para ellas», Gregorio Gómez Mata
Este aparato iría camuflado en algo que la mujer suele llevar, un pendiente, broche, un colgante o un reloj, una estrategia para que pase desapercibido a los maltratadores, que controlan todos los aspectos de su pareja. Y bastaría con darle a un botón que alertase a los cuerpos de seguridad que reciben la localización de la mujer. Además, al mismo tiempo el artefacto empieza a grabar el audio que puede servir como prueba para un juicio.
El aparato trabaja con tecnología ‘bluetooth’ de baja energía, porque como explica Raquel Pérez-Aloe Valverde, catedrática del Grupo de Investigación de Tecnología Electrónica de la UEX , uno de los objetivos del proyecto era que el aparato fuera autónomo y no tuviera que ser recargado constantemente. Se sincroniza con un móvil o con otro dispositivo que haga la misma función, ya que en ocasiones el agresor no permite a la víctima disponer de un teléfono. De esta manera, cuando haya una situación de peligro, la mujer podrá presionar un botón para mandar la señal de ayuda a un centro de control y así activar el protocolo de auxilio.
Valverde aclara: «Al principio incluso se planteó la posibilidad de que se implantara bajo la piel, pero eso no es tan fácil como parece. Además, fuimos cambiando la manera de accionar el mecanismo, inicialmente era pulsar el botón del pánico, pero el nerviosismo provoca malas pasadas y era mejor simplificarlo aún más, con un colgante y tirando de él para que se activara ». Mata señala que también se trata de implicar a la sociedad con esta solución mediante la figura de un socorrista anónimo , alguien cercano a la víctima, que tendrá dos funciones de acompañamiento en momentos en que la mujer necesite apoyo emocional, y también serviría para ganar tiempo en caso de un escenario de peligro antes de que llegasen las fuerzas policiales.
«Otras posibilidades de este proyecto sería para dárselo a tus hijas que salen solas , pero el dispositivo en lugar de avisar a la policía avisaría a los padres. Y además estaría pensado para los hijos de una víctima de violencia de género , dado que existe la idea de custodia compartida y en ese caso la mujer siente pavor cada vez que los hijos se van con el agresor. En ese caso el dispositivo estaría conectado no a la policía, sino a la madre», establece el cofundador de Alma. Sin embargo, el proyecto en el que trabajaron tres años, ahora está detenido a la espera de más presupuesto. Mata aclara que con la financiación necesaria estaría listo en un año.
Guardián público
Otra herramienta digital que está en uso y que se publica en el portal de la asociación Alma es la página web Vi2gen . Allí, la víctima puede ponerse en contacto con la asociación de manera más segura y sin dejar rastro de su actividad e incluso guardar las pruebas del maltrato , porque esa información es difícil que la conserve la víctima, dado que está bajo la atenta mirada del agresor, pero pierde veracidad ante el juzgado si se comparte con una amiga. Al subir el documento, automáticamente queda certificada como prueba, quedando registrado la fecha y la hora.
Y con la empresa H2C , que ayuda a crear empresas más éticas y saludables, la asociación Alma está pensando en sacar `un pequeño hermano´, llamado Mirlo, porque muchas veces la víctima siente reparos en contar por lo que está pasando. Con este proyecto dispondría de un diario privado , donde puedan ir guardando la información, y si el día de mañana quieren denunciar pueden volcar ese contenido en los juzgados o a una ONG para que le proporcione ayuda.
La tecnología ya existente que las instituciones han implementado tiene que ver con el sistema VioGén . Una aplicación que, según María Jesús Cantos, responsable de Violencia de Género, Estudios y Formación, en el Ministerio del Interior , lleva funcionando en España desde el 26 de julio de 2007 con la finalidad de facilitar a las diversas Instituciones públicas el seguimiento de las mujeres que denuncian ser víctimas de violencia . Christian Gardiner, country Manager de SAS Iberia , la empresa que implementa VioGén, comenta que la Secretaría de Estado de Seguridad les propuso colaborar, y de esa petición surgió un software de analítica avanzada e IA que examina las denuncias para predecir las agresiones reincidentes .
Gardiner indica que «se analizan las evidencias recabadas por las fuerzas de seguridad para realizar evaluaciones de riesgo». «El equipo de VioGén ha recopilado una serie de indicadores que intentan medir el perfil psicológico del agresor y la vulnerabilidad de la víctima: problemas en la vida del agresor, intentos de suicidio, adicciones, antecedentes familiares, hasta un total de más de 50 indicadores», añade. El algoritmo se convierte así en un predictor de agresiones.
Un proyecto pionero que sale de Andalucía
Precisamente en materia de seguridad destaca el proyecto de investigación ‘Certeza de voz’ , impulsado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), en colaboración con la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ‘EPES 061’ . Manuel González , responsable de proyectos en EPES, establece: «Lo que detectamos es que las mujeres que llamaban a los centros no decían que estaban padeciendo malos tratos porque los camuflaban con múltiples patologías: dolores de cabeza persistentes, palpitaciones, dolor de espalda o tórax que no hacían suponer al sanitario inicialmente que fuera un caso de violencia de género. Pero, in situ, constaban que había malos tratos. Empezamos a pensar que si cogíamos todas esa llamadas de mujeres que disimulaban los síntomas podríamos establecer un patrón de voz y así sospechar desde un inicio la existencia de esos malos tratos».
Es un proyecto único en el mundo . Empezaron a trabajar con más de tres mil llamadas, de ahí se quedaron con cerca de setecientas. También hablaron con la Escuela de ingeniería de Sevilla para toda la parte tecnológica del software que fuera capaz de detectar un patrón de voz. Con variables como pausas, silencios, suspiros, una respiración distinta o palabras coincidentes. Además serviría si llamase una mujer que se ha separado de su agresor, pero se encuentra cara a cara con él y tuviera la oportunidad de hacer una llamada, pero no pudiera decir que está en peligro. La idea es que la biometría de voz también detectará ese caso.
Una mayor difusión del proyecto hará que otras comunidades puedan incorporar ejemplos y así alimentar a la IA para que pueda ir aprendiendo a detectar los casos con mayor fiabilidad . Este proyecto está financiado por el pacto de Estado contra la violencia de género. Toda la escucha de los audios la están haciendo dos médicas y un enfermero del servicio provincial de Sevilla, una médica y una enfermera y una médica del servicio provincial de Granada y una enfermera de salud. Para la directora del IAM, Laura Fernández Rubio , iniciativas como estas demuestran que « las nuevas tecnologías deben siempre buscar estar a la vanguardia y adaptarse a las víctimas de violencia de género en toda su diversidad: mujeres rurales, mujeres mayores o con alguna discapacidad, y a la vez obliga a las instituciones a estar al día de la tecnología que usan los jóvenes para difundir por ellas las herramientas que existen».
También IAM tiene otro proyecto digital que está llevando el Centro de investigacion mente, cerebro y comportamiento de la Universidad de Granada , que se trata de investigar las lesiones neuropsicológicas de las víctimas de malos tratos, ya que hay determinadas lesiones que nunca son valoradas en un juicio, a diferencia de las lesiones físicas.
Lejos del agresor
El siguiente momento a tener en cuenta es cuando la pareja ha dado el paso y ha abandonado a su agresor. De este escenario surge Empatía-CM de la Universidad Carlos III. Rosa San Segundo Manuel, catedrática y directora del Instituto Universitario de Estudios de Género , comenta que desde el punto de vista tecnológico «existe Cometa que sirve para asegurar que se cumple la orden de alejamiento, donde el agresor lleva un dispositivo y la mujer también, para que cuando estén cerca salte una alarma. Y se aplica a las mujeres que han pasado por la vía judicial. Luego está Atenpro que se usa ante las eventualidades que les puedan sobrevenir a una víctima de violencia de género. En ambos casos se encesita una acción voluntaria de la mujer en la demanda de auxilio , por tanto sin acción no hay ayuda».
La catedrática explica que desde el punto de vista tecnológico este proyecto supone una protección integral de las víctimas de violencia de género «mediante computación afectiva multimodal . El nombre del sistema es Bindi y el equipo que lo está desarrollando es UC3MSafety, cuya investigadora principal es la profesora titular Celia López Ongil . Es un proyecto de investigación que tiene por objetivo general entender las reacciones de las víctimas. Con sensores, análisis de voz y otras variables físicas y fisiológicas, un sistema de IA es capaz de determinar que la mujer está en una situación de peligro sin que tenga que pulsar un botón . Cosa que es muy útil porque ante ataques inminentes a veces uno se bloquea y no puede ni moverse».
Empezarán las pruebas en vivo y en el laboratorio el grado de certeza ha alcanzado un 80%, «estamos mejorando porque en el mundo no existe ninguna base de datos con víctimas de estrés postraumático de violencia de género con respuestas físicas y fisiológicas », apunta la catedrática. Desde el principio del proyecto colaboramos con la Unidad de familia y mujer de la Policía Nacional, la consejería de Asuntos Sociales de Madrid y otras instituciones. Con esta detección de situaciones de riesgo también se pretende mejorar la atención psicológica, social, policial y judicial. Y que la psicóloga o la trabajadora social tenga más información de cómo está evolucionando la víctima y eso le ayude a recuperarse.
Centinela siempre activo frente a la amenaza
Wave Location Technologies es una empresa española que llevaba unos 7 años haciendo aplicaciones de geolocalización con mapas. Marta Baena, responsable de comunicación , aclara «teníamos ya una tecnología de geolocalización en tiempo real y cuando en en 2019 una de nuestras compañeras tuvo una agresión en la calle fue cuando decidimos crear una aplicación de seguridad, Sister app . Hicimos una encuesta que contestaron 35.000 mujeres. Y el 83% siempre tenía miedo por la noche cuando iba sola».
De esta manera pueden aprender a sobrellevar los cambios físicos, emocionales y de estilo de vida relacionados con el cáncer y el embarazo, a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión. La actividad física y la realización de otro tipo de actividades que les permita distraerse son un agente fundamental para hacer que el cerebro produzca endorfinas como respuesta a múltiples sensaciones, entre las que se encuentran el dolor y el estrés, y deje una sensación de bienestar y felicidad.