31 Oct ¿Por qué las personas mayores tienen un riesgo más alto de sufrir lesiones en la piel?.
Con el paso del tiempo este órgano se vuelve más frágil.
La piel se encarga de proteger a nuestro cuerpo de amenazas externas como el el calor, el frío, la radiación ultravioleta o los microorganismos patógenos. Con el paso del tiempo este órgano se vuelve más frágil y pierde un poco de la capa protectora de grasa, aumentando el riesgo de lesiones cutáneas.
Además, con la edad, nuestra piel es menos capaz de sentir el tacto, la presión, la vibración, el calor y el frío, explican desde Medlineplus. Al perder sensibilidad es mucho más fácil que aparezcan moratones o acumulaciones de sangre con solo frotar la piel. Este tipo de heridas también tardan más tiempo en repararse, y en la vejez la curación puede ser cuatro veces más lenta, aumentando también el riesgo de infecciones.
En el artículo Geriatría y dermatología: revisión de la literatura explican además que cuando nos hacemos mayores la disminución de la formación de vasos sanguíneos (angiogénesis), la alteración de la función inmunológica cutánea y la sudoración se convierten en factores de riesgo que aumentan la probabilidades de tener una lesión cutánea.
¿Qué puede provocar una lesión en la piel?
- Enfermedades vasculares como la arteriosclerosis
- Diabetes
- Cardiopatía
- Enfermedad hepática
- Deficiencias nutricionales
- Obesidad
- Reacciones a medicamentos
- Estrés
- Alergias a plantas y otras sustancias
- El clima
- Prendas de vestir
- Exposición a químicos industriales y domésticos
- Calefacción en la casa
- La luz solar
Las lesiones cutáneas más comunes
Una de las lesiones cutáneas más comunes en mayores es la xerosis que puede provocar que aparezcan gritas, algunas incluso pueden llegar a sangrar, tirantez, inflamación o heridas por rascarse.
Otra de las lesiones más conocidas es la dermatitis, un sarpullido que es casi imposible no tocar, y que puede acabar produciendo heridas.
Las úlceras por presión también son muy comunes, especialmente si se pasa mucho tiempo sentado o tumbado.
Prevención
Los expertos aseguran que la mayoría de los cambios que se producen en nuestra piel tienen que ver con la exposición al sol, y por eso es tan importante la prevención. Así pues, hay que evitar las quemaduras solares, usar protector sola de buena calidad e intentar vestir con ropa protectora y sobrero siempre que sea necesario.
Por otro lado, la nutrición y el consumo de líquidos ayudan mucho a nuestra piel, ya que la deshidratación es otro factor de riesgo. Además, pueden aparecer lesiones cutáneas y erupciones si no se come adecuadamente.
Por último, los productos que aplicamos en nuestra piel también son determinantes, y hay que evitar los jabones con mucho perfume y de aceites de baño.