31 Oct Creada una herramienta para medir el nivel de fragilidad de los ancianos.
El ‘e-SIF’ clasifica en cuatro niveles a partir del análisis de 42 condiciones clínicas de los pacientes, que son robusto, prefrágil, frágil y dependiente.
EFE
Un grupo de investigación del Consorcio Sanitario del Maresme (CSdM) ha diseñado el ‘e-SIF‘ (electronic Cribratge Index of Fragility), una herramienta que permite clasificar de manera automática y masiva a la población anciana según su estado de fragilidad.
El hallazgo lo ha desarrollado el grupo de investigación en sarcopenia, fragilidad y dependencia (GRESFD) del CSdM a partir de una muestra de 9.000 personas mayores de 64 años y se ha publicado en la prestigiosa revista de la Sociedad Británica de Geriatría «Age and Ageing».
Cuatro niveles
El ‘e-SIF’ permite clasificar a los ancianos en cuatro niveles a partir del análisis de 42 condiciones clínicas de los pacientes, que son robusto, prefrágil, frágil y dependiente.
La herramienta permite actuar desde los servicios sanitarios y sociales con una perspectiva preventiva, con el objetivo de retrasar el deterioro físico de la tercera edad y promover su autonomía y calidad de vida.
Algunas de las condiciones clínicas analizadas para la clasificación corresponden a la diabetes, la depresión, el dolor, las caídas, la obesidad, la incontinencia urinaria o fecal, las alteraciones visuales o la limitación de la actividad, entre otras, y las relaciona con diagnósticos de la CIM-10 (Clasificación Internacional y Estadística de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud).
Avance en la gestión sanitaria
El ‘e-SIF’ supone una herramienta útil tanto en la planificación como en la gestión sanitaria, ya que ayuda a predecir el nivel de fragilidad de la población en los próximos años, su mortalidad y el consumo de recursos sanitarios, como pueden ser visitas de Atención Primaria, ingresos hospitalarios o en residencias, entre otros.