31 Oct Un aliado robótico para plantar cara a la soledad.
ARI lleva más allá el concepto asistencial clásico reforzando la interactuación entre el usuario y la máquina.
Alexia Columba Jerez
Un compañero robótico que va más allá de la simple atención y aspira a convertirse en un acompañante que planta cara a la soledad. Esa es la propuesta de ARI (Asistente Robótico Inteligente) , un proyecto que surgió de un reto relacionado con el 5G lanzado por la Fundación Mobile World Capital y que ha sido desarrollado por la empresa catalana Grupo Saltó , combinando un plataforma de gestión propia (Som Care) con modelo robótico creado por la multinacional estadounidense Misty Robotics.
Según Jaume Saltó Albareda, CEO de Grupo Saltó «entendíamos que existía un vacío dentro de un segmento de población muy sensible donde se integran nuestros mayores, espacio que podíamos llenar con nuestra tecnología, a través de una solución que complementa lo existente en cuanto a la atención y el acompañamiento de los mayores para evitar ese mal que es la soledad». Esta creación competía con alrededor de 53 propuestas, de entre 14 países, y fue galardonada por el Mobile en el año 2019.
La idea del proyecto es que sea a la vez eficiente, pero asequible a nivel económico. «Empezamos con el llamado ARI, y últimamente hemos incorporado también a este proyecto el robot Temi. Son robots cuyo aspecto y expresiones son totalmente afables y entrañables, y los mismos están configurados para hacer un reconocimiento facial de la persona a la que esté destinada por lo que interactúa únicamente con ella», señala Eduardo Manuel Sánchez , Sales Manager del Grupo Saltó.
El verdadero cerebro de la robótica empleada e integrada es la plataforma de gestión, a través de la cual, se generan las ordenes de actuación del robot. El acceso puede ser a través de la web o a través de un acceso móvil, mediante una app, y el usuario no necesita ningún conocimiento previo de programación y puede planificar las actuaciones del robot en función de las necesidades personalizadas del usuario al que está asignado. Sus interactuaciones pueden basarse en preguntarle al anciano sobre su estado, si ha desayunado o qué es lo que ha comido. Puede usar se como recordatorio de toma de medicinas, citas médicas y proporcionarle información para ayudar a la persona a realizar distintas gestiones con organismos o Administraciones.
Toda esta información se transcriben a texto en la plataforma, por lo que el cuidador o familiar del anciano a través de una app puede estar continuamente informado del estado de la persona atendida. La propuesta también se puede combinar con cualquier tipo de Tecnología IoT, por lo que se podría tener información de cualquier detalle que se quiera controlar y monitorizar , y si el robot detecta cualquier anomalía genera una alarma y hace una llamada de emergencia a la persona de contacto designada.
Sánchez explica que «básicamente podríamos decir que es como una Roomba como las que estamos acostumbrados a ver en nuestras casas. ARI tiene una base de alimentación a la red eléctrica a la que automáticamente se dirige una vez ha finalizado las acciones que se le han programado a través de la aplicación». Por lo que las necesidades de este sistema para su puesta en marcha son solo una red wifi a la que conectar el sistema y un punto de carga a la red eléctrica.
Sobre el terreno
El proyecto generó una fase inicial piloto con el Ayuntamiento de Barcelona que tuvo un gran éxito y recibió la llamada de los receptores del robot pidiendo que les dejasen a ARI más tiempo. Esto provocó el inicio de una segunda fase de colaboración con el Consitorio. Eduard Martín, CIO director de Conectividad Inteligente de Mobile World Capital apunta que «el proyecto pasa este año 2022 de 10 a 100 personas. Acercamos así la tecnología a muchos más hogares y hemos demostrado que f acilita el día a día de las personas mayores ». El grupo Saltó ha aclarado que también están enfocando el proyecto a menores y están hablando con otras empresas para usarlo con discapacitados.