29 Sep ¿Es posible combatir el acoso escolar?.
Asociaciones y expertos dan claves para enfrentarse al bullying en los colegios.
José Carmona
La historia de Saray, la joven de once años que ha intentado quitarse la vida por sufrir acoso escolar racista en su colegio, ha vuelto a poner el foco en medidas para combatir el bullying en los centros educativos.
¿El bullying tiene final? ¿Por qué ninguna medida termina de ser efectiva? ¿Hay espacio para la esperanza? ¿Se puede terminar con un caso de acoso escolar?
Desde una mirada intimidatoria a un puñetazo, el acoso escolar tiene muchas caras. En España, son alrededor de dos millones de menores los afectados pero las denuncias al año son apenas mil. Hay un problema latente, un tabú al respecto, que es el primer escollo para superar el conflicto.
Carmen Cabestany, profesora y presidenta de la Asociación No Al Acoso Escolar (NACE), asegura que asumir la realidad es el primer paso para alcanzar lecturas positivas. «Solo si reconocemos la situacion podremos buscar las soluciones y poner esa mirada en positivo», declara a Público. Reconocer el problema para después combatirlo es el primer punto.
«Somos uno de los diez países que más acoso escolar presenta, uno de cada cuatro. El principal problema es que no tenemos datos nacionales fiables a día de hoy. El estudio de referencia es del año 2006. ¿Por qué nuestras administraciones no hacen estudios periódicos para saber exactamente cuál el estado de la cuestión? La inmensa mayoría de los casos no se denuncian», asegura Cabestany.
Desde las organizaciones contra el acoso escolar se difundió un decálogo de herramientas para combatir el acoso escolar basados en tareas y enfoques que contrarresten estas dinámicas tóxicas dentro de los colegios.
Las claves pasan por: visibilizar el acoso escolar en las escuelas; recoger el bullying en los documentos básicos de un centro educativo; incorporar la educación emocional desde la etapa de Infantil; obligar a todos los colegios a tener un Plan de Prevención del acoso escolar efectivo, como es el caso del Programa T.E.I. (Tutoría entre iguales); concienciar y formar al profesorado de manera adecuada; informar a los padres para que sean capaces de detectar un posible caso de maltrato en sus hijos (como víctimas o como victimarios); evitar que el centro sea juez y parte y aplicar el protocolo con rigor y transparencia con la participación de agentes externos; promover campañas amplias de sensibilización; implicar a todos los agentes sociales; y por último, fomentar la transparencia, para conocer las cifras reales del acoso escolar.