28 Sep El 38,5% de las personas mayores presentan riesgo de deterioro cognitivo.
La edad, mostrar signos de pérdida de memoria, haber padecido un ictus en los últimos dos años, ser fumador, diabético o tener antecedentes familiares de demencia o Alzheimer son los principales factores de riesgo.
S.F
Con motivo del Día Mundial del Alzheimer, que se celebra el 21 de septiembre, Neuraxpharm, líder europeo en Sistema Nervioso Central, presenta los resultados del estudio ‘NeuraxCare, detección precoz del deterioro cognitivo en personas mayores en la farmacia comunitaria’, una iniciativa pionera en España, con el objetivo de valorar la prevalencia del deterioro cognitivo leve en personas mayores, a partir de 70 años, y poner en valor el papel del farmacéutico en la detección precoz.
Los datos obtenidos indican que un 38,5% de las personas mayores muestran riesgo de deterioro cognitivo y un 42,9% se quejaban de pérdida de memoria. En el estudio se ha utilizado el cuestionario IQ-CODE, como herramienta para detectar precozmente posibles signos. La puntuación media obtenida de los participantes ha sido de 3,3 cuando se considera que existe posible riesgo a partir de una puntuación de 3,38.
A mayor edad se observó mayor proporción de riesgo de deterioro cognitivo, siendo la franja de edad a partir de los 85 años la que presentaba mayor riesgo y las puntuaciones más altas en el test IQ-CODE. Asimismo, los factores que se relacionaron con mayor riesgo de deterioro cognitivo fueron, por este orden, la edad, mostrar signos de pérdida de memoria, haber padecido un ictus en los últimos dos años, ser fumador, la diabetes o tener antecedentes familiares de demencia o Alzheimer.
Los datos recogidos coinciden con las cifras existentes previamente de estudios llevados a cabo por profesionales de Atención Primaria. Esto indica según el Dr. Luís Agüera, psiquiatra de la Unidad de Psiquiatría Translacional del Área de Neurociencias del Instituto de Investigación del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid y coordinador del estudio, «el rol clave que puede desempeñar la farmacia comunitaria en la detección precoz del deterioro cognitivo en personas mayores debido a la cercanía de estos profesionales sanitarios con el paciente y sus cuidadores».
Se calcula que el número de personas afectadas por el deterioro cognitivo aumentará en los próximos años debido al envejecimiento de la población. El deterioro cognitivo leve se calcula que tiene una prevalencia de 3,2-12,3% y es más frecuente a mayor edad y en mujeres.
«Las personas mayores y sus cuidadores son la población que visita las farmacias con más frecuencia, junto a los pacientes de enfermedades crónicas que, en muchos casos pueden tener factores de riesgo comunes al deterioro cognitivo y la demencia. Por tanto, la farmacia comunitaria puede jugar un papel fundamental como agente sanitario más cercano al paciente para mejorar la detección precoz y promover acciones preventivas en colaboración con los centros de Atención Primaria» explica Concha Porras, brand manager de Neuraxpharm.
«Tras la pandemia, hemos visto como el farmacéutico es el profesional sanitario más cercano y accesible. La primera persona a quien acude el paciente o los cuidadores en busca de consejo e información. Por tanto, la farmacia comunitaria puede ser el espacio ideal para fomentar acciones de prevención en coordinación con los centros de Atención Primaria para mejorar la detección precoz del deterioro cognitivo», explica Curro Jordano, farmacéutico.
Primera causa de demencia
La enfermedad de Alzheimer constituye la primera causa de demencia en los países desarrollados. En España, se calcula que 1,2 millones de personas viven con esta enfermedad y que entre el 30 y el 40% de los casos totales están sin diagnosticar.
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa cerebral caracterizada por la pérdida de capacidad intelectual y funcional, ligada al envejecimiento y que aumenta en mayores de 65 años, siendo la prevalencia de un 7% en este grupo de población, y próxima al 50% en mayores de 85 años, según indica la CEAFA.
Si se consigue retrasar la aparición de demencia en 5 años, se puede disminuir la prevalencia en un 44%, e incluso si solo se retrasa su aparición en 6 meses, la reducción en la prevalencia sería de un 6%. La detección precoz del deterioro cognitivo leve permite que el paciente, sus familiares o cuidadores puedan recibir ayuda inmediata y, con ella, evitar que evolucione y afecte significativamente sobre las actividades de la vida cotidiana del paciente.