06 Sep Las 10 claves para ayudar a los niños en el cambio de Primaria a ESO.
Al reto del regreso a las aulas se une que es una nueva etapa en la que los alumnos entran en la adolescencia.
A.F
En esta cuenta atrás a la vuelta al colegio es importante atender a los hijos para que retomar hábitos no se haga cuesta arriba. En el caso de los alumnos que pasan de Educación Primaria a Educación Secundaria, el reto es doble para los padres debido a la etapa de adolescencia de sus hijos que puede incrementar su inquietud e inseguridad.
El cambio de etapa supone para ellos muchos retos tanto académicos como personales: Se incrementa el número de asignaturas y de profesores con los que va a tener que trabajar, crece el número de horas lectivas, pasan a compartir sus espacios con alumnos más mayores, comienza la etapa de la adolescencia con sus posibles complicaciones…
1.-Elaborar un horario de estudio
Una vez que comience el curso, ayude a su hijo a elaborar un horario de dedicación a los estudios. Tenga en cuenta que aunque la actividad principal sea realizar los deberes escolares, también hay que dedicar tiempo al estudio, los repasos, preparar resúmenes o adelantar trabajo.
Por supuesto en este horario se deben incluir momentos de ocio y descanso.
La dedicación diaria y tranquila a los estudios es la mejor medida para prevenir otro tipo de dificultades.
La misión de la familia es supervisar esta dedicación y garantizarlas condiciones adecuadas.
2. Hablar sobre los estudios
Mantener una comunicación fluida con su hijo sobre los estudios y la vida en el colegio es clave. Para ello es necesario que la familia esté disponible para escuchar y responder a las preguntas abiertas que su hijo pueda plantear. No es necesario agobiar con preguntas, es mucho mejor escucharles sin juzgar y lanzar preguntas del tipo «¿Y tú qué piensas de eso?», «¿Qué vas a hacer tú?».
3. Mantener contacto continuo con el Colegio
Es de vital importancia estar informados de la marcha de su hijo y no esperar a los resultados de las evaluaciones. Lo más importante es mantener una comunicación fluida con el tutor u otros profesores implicados y acudir siempre que se les convoque desde el colegio, poniendo en marcha las medidas que le aconsejen si fuera necesario.
No se muestre a la defensiva ni encubra a su hijo cuando le llamen desde el colegio.
La colaboración entre la familia y el colegio es indispensable en estas edades: si rompe relaciones con sus educadores habrá perdido un importante aliado en la educación de su hijo.
4. Desconfiar de mensajes poco creíbles
A veces los chicos dan a los padres mensajes como «no tengo nada que estudiar», «no hay exámenes» o «todos los compañeros hacen lo mismo». No se deje engañar y contraste la información.
5. Controlar el tiempo de dedicación a Internet
En estas edades puede aumentar significativamente la dedicación a Internet, sobre todo a las redes sociales. Desde el principio, marque unos horarios, unas normas estrictas y supervise su uso. Los abusos en este aspecto, suelen ser el principio de un fracaso en los estudios.
6. Establecer contratos
La elaboración de contratos negociados entre ambas partes y en los que se llega a un acuerdo de obligaciones y recompensas suelen funcionar muy bien. En estos casos, el hijo podrá disfrutar de una serie de privilegios si cumple el horario de estudio y obtiene resultados adecuados.
7. Estar informado de su círculo de amigos
A partir de estas edades el círculo de amigos tiene una gran influencia sobre el adolescente. El paso a Secundaria es un momento donde se establecen nuevas relaciones. Manténgase informado y vigilante sobre sus amistades: no siempre son una influencia positiva.
8. Acuerdo en el entorno cercano
El manejo de un adolescente es especialmente complicado para todas las familias. La unidad entre los progenitores referente a su hijo tanto en los criterios a seguir, medidas, reglas y mensajes es clave para afrontar la educación en esta etapa. Hable sobre el tema y adopte las medidas necesarias de mutuo acuerdo. Encubrirleo frente al otro progenitor, romper acuerdos o simplemente desentenderse es una forma inadecuada de afrontar esta etapa.
9. Elogiar y animarle
Desgraciadamente los chicos que tienen una dedicación a los estudios adecuada durante la Secundaria reciben pocos refuerzos y estímulos positivos; al contrario, suelen encontrarse con más problemas y obstáculos que el resto, por cumplir con su deber. El apoyo de la familia, las palabras de ánimo, aliento y refuerzo serán fundamentales.
10. Estar atento a los cambios
Al comienzo de la etapa y durante la misma, es conveniente estar atentos a posibles cambios de humor y de conducta en su hijo. Cambios bruscos como mal genio, excesivo nerviosismo, modificación de sus costumbres…, pueden ser una señal de alerta. En estos casos, no deje pasar mucho tiempo. Aborde el tema en primer lugar con su hijo. Si esto no fuera efectivo infórmese a través de los profesores del centro. Si hubiera problemas pida ayuda a otros especialistas, como el orientador del colegio. Lo que está probado estadísticamente es que el alumno que termina con éxito Primaria acabará con éxito la etapa de Secundaria.