21 Mar El año del confinamiento visualiza las diferencias entre violencia de género y violencia doméstica.
Tuvieron un comportamiento opuesto en homicidios y denuncias: una caída notable en los casos de violencia machista y una subida elevada en los de violencia doméstica.
Álvaro Carvajal
Que la violencia de género y la «violencia intrafamiliar» no son lo mismo y que tampoco tienen las mismas causas es algo sobre lo que continuamente alertan los expertos en la materia. Ahora un estudio lo corrobora de una manera muy clara con datos. Durante 2020, en una circunstancias determinadas por el confinamiento de la pandemia, se produjeron comportamientos opuestos. Los homicidios y las denuncias cayeron notablemente en los casos de violencia de género mientras que aumentaron bastante en violencia doméstica.
En cifras. Los homicidios por violencia machista cayeron un 14,5% respecto a 2019, mientras que hubo un aumento del 16,3% en el número de muertes de mujeres, en su mayoría por violencia doméstica, en ese mismo periodo. Si se compara con el quinquenio 2015-2019, la diferencia es igualmente aguda: hubo un 11,9% menos de asesinadas por violencia de género en 2020 respecto a la media de esos cinco años mientras que hubo un 28,9% de incremento de los homicidios de mujeres principalmente por violencia doméstica.
En cuanto a las denuncias. Las presentadas por casos de violencia de género cayeron un 8,4% en 2020, por la bajada que se produjo durante los meses de confinamiento, mientras que las de violencia doméstica crecieron ese año un 8,2%.
Estos datos vienen recogidos en el estudio ‘Impacto de la pandemia de la COVID-19 en la violencia de género en España’, que ha sido presentado este lunes por la delegada del Gobierno en la materia, Victoria Rosell, y el principal autor del estudio, Miguel Lorente, cuando se cumplen dos años del decreto del estado de alarma.
«Quienes niegan la violencia de género o quienes quieren equipararla y llamarla intrafamiliar o doméstica no sólo se están equivocando, sino que están actuando con irresponsabilidad ante las terribles consecuencias que se pueden derivar de esa homogenización cuando las violencias no se puede equiparar», ha incidido Lorente, en alusión a Vox.
Según ha dicho, no hay que asemejar ambas violencias porque tengan como resultado final una agresión o un homicidio, sino que lo fundamental aquí es analizar el origen, las motivaciones y los objetivos («por qué y para qué») para poder afrontarla. Con todo eso, el que fuera también delegado de Gobierno contra la Violencia de Género en la etapa de Zapatero ha destacado que los datos de la pandemia «revelan de una manera muy gráfica» cuál es la diferencia entre la violencia machista y la violencia intrafamiliar o doméstica.
Según ha explicado, la violencia de género tiene como motivación el «control» y la «sumisión» de la mujer y se sustenta en una «construcción cultural» por la cual el hombre ejerce esa violencia contra su pareja para «corregir o castigar» su comportamiento y que «eso forma parte de la relación».
En cambio, la violencia doméstica se explica principalmente por hechos «puntuales» o relacionados con crisis «temporales» que «aparecen y desaparecen». Las víctimas de estos casos no se sienten «atrapadas» ni se sienten «culpables» ni avergonzadas por la situación ni a la hora de denunciar, como sí ocurre con las mujeres que sufren la violencia machista, porque estas personas entienden que no tienen que tolerar ese comportamiento.
Y eso se ha visto muy claro en el número de denuncias en 2020 ante una circunstancia tan impactante como el confinamiento. Las víctimas de violencia de género tenían durante el encierro muchas dificultades para salir de la relación de pareja, para interponer una denuncia o para acceder a los recursos públicos para alejarse de su agresor. Por eso ha habido muchas menos denuncias en esos meses. Mientras que las víctimas de violencia doméstica, según Lorente, «no se han visto afectadas» y han tenido un comportamiento muy distinto, como queda reflejado en los datos.
En los meses de confinamiento las denuncias por violencia de género bajaron notablemente respecto a 2019 hasta que se pudo salir de casa con asiduidad. Fue entonces cuando se dispararon en más de 8.000 las presentadas respecto al trimestre anterior.
En ese trimestre, que comprende los meses de abril, mayo y junio, las llamadas al 016 alcanzaron su cifra récord en un trimestre desde que existe una serie histórica con estos datos. Fueron 25.667 llamadas para pedir información.
Preguntados por el pacto entre el PP y Vox en Castilla y León, donde se alude a «violencia intrafamiliar» en lugar de a violencia de género, tanto Lorente como Rosell han sido muy críticos. «Me parece una grave irresponsabilidad», ha dicho el autor del estudio. Por su parte, la delegada del Gobierno ha compartido esa misma reflexión, ha añadido que es una «pésima noticia» y ha reclamado al PP que vuelva «a la senda constitucional» respecto a la violencia contra la mujer.