03 Mar Más de la mitad de la brecha salarial se debe a las jornadas reducidas.
Las mujeres ganan aún 5.252 euros menos al año que los hombres, pero si trabajaran las mismas horas esta diferencia se reduciría a 2.485 euros.
Lucía Palacios
En pleno siglo XXI aún existe una clara desigualdad en España entre la remuneración que perciben las mujeres y los hombres por su trabajo: más de 5.200 euros al año, aunque más de la mitad de esta diferencia retributiva se debe a que ellas trabajan menos horas, debido a que el 75% de los empleos a tiempo parcial –ya sean voluntarios o involuntarios– son ocupados por mujeres.
Así, los hombres asalariados ganaron de media 26.934 euros brutos en 2019, mientras que el sueldo de las mujeres se situó en los 21.682. Significa esto que el salario medio de las mujeres tendría que aumentar en 5.252 euros, un 24%, para igualarse al alza con el salario de los hombres, según un informe presentado este lunes por CC OO, que explica que el porcentaje de brecha salarial es superior al de otros enfoques estadísticos, que reducen la percepción de la desigualdad salarial.
Pero hay lugar también para la esperanza: en los últimos años la brecha salarial se ha reducido significativamente hasta tocar mínimos en 2019 y la previsión es que caiga incluso por debajo del 20% de forma casi inmediata por efecto de la reforma laboral. La brecha salarial ya venía registrando ligeros descensos anuales desde 2014, con el inicio de la recuperación de la anterior crisis económica, pero ha sido en 2019 cuando más se ha reducido. De hecho, durante la última década se había mantenido en niveles superiores al 28%, e incluso tocó máximos en 2013 al elevarse hasta el 32%; desde entonces se ha recortado ocho puntos hasta el 24% actual. Esto se debe al fuerte incremento que han experimentado los sueldos más bajos en el país, consecuencia directa de las importantes alzas que ha experimentado el salario mínimo –que se impulsó un 22% en 2019– y de la firma del IV Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC) para el periodo 2018- 2020, que recogía la subida progresiva del salario mínimo de convenio a los 1.000 euros mensuales.
Peores condiciones para ellas
La brecha salarial está íntimamente relacionada con la brecha laboral, es decir, en cómo se distribuye el empleo en las mujeres, que generalmente soportan una inserción laboral en peores condiciones y están influidas a su vez por el modelo educativo (los trabajos considerados propios de mujeres están peor valorados). Pero hay dos factores que impactan decisivamente en este gap: los complementos salariales, que premian especialmente a los hombres al estar masculinizados (penosidad, peligrosidad, nocturnidad, esfuerzo físico…), y, fundamentalmente, el empleo a tiempo parcial, que es mayoritario entre mujeres.
La incidencia de este último elemento es tal, que la diferente jornada laboral explica más de la mitad de la actual brecha salarial. Esto se debe a que el 25% de las mujeres asalariadas tienen jornada parcial, frente al 7% de los hombres. Así, si las mujeres trabajaran con la misma intensidad que los varones a jornada completa, la brecha se reduciría inmediatamente a la mitad en España, es decir, la diferencia se recortaría 2.767 euros y se situaría en los 2.485 euros.
De igual manera, los complementos salariales explican casi el porcentaje restante de brecha, puesto que el 40% (39,4%) de la diferencia mensual en la nómina entre mujeres y hombres se concentra en los pluses salariales.
Además, hay que tener en cuenta que los sectores más feminizados son los que peor retribución tienen, así como que la maternidad penaliza, puesto que tiene efecto sobre la presencia y la permanencia de las mujeres en el mercado laboral y, por consiguiente, en el salario. Como ejemplo, tras el primer año de maternidad el salario femenino se recorta un 11%.
«Tenemos esperanza en que la reforma laboral termine con el trabajo precario y disminuya esa brecha salarial ente hombres y mujeres», explicó en rueda de prensa Carolina Vidal, secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de trabajo de CC OO.
Por su parte, el secretario general del sindicato, Unai Sordo, mostró su optimismo en que los últimos incrementos del salario mínimo estén ya matizando esta brecha salarial, lo que sumado a los efectos de las nuevas normativas en planes de igualdad y auditorías salariales reduzcan la brecha por debajo del 20%.