07 Feb Estas células podrían tener un papel importante en el Alzheimer y la pérdida de olfato.
Están en el cerebro.
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A través de un estudio liderado por el Ciber de Fragilidad y Envejecimiento Saludable (Ciberfes) y la Universitat de València (UV), que acaba de publicar la revista ‘Molecular Neurobiology’, se ha demostrado en ratones con Alzheimer que las células progenitoras de las neuronas entran en un estado de senescencia que altera su capacidad para migrar y se acumulan en uno de los nichos neurogénicos del cerebro.
Estos resultados pueden contribuir a un nuevo abordaje del Alzheimer basado en compuestos para tratar la senescencia celular o factores pro-neurogénicos, destaca la universidad valenciana en un comunicado.
En esta enfermedad, las células precursoras de nuevas neuronas presentan una alteración de su ciclo celular y un estado de senescencia que afecta a su capacidad para migrar, lo que podría explicar la pérdida de olfato y otros defectos cognitivos asociados a esta patología.
En el cerebro existen dos zonas donde tienen lugar los procesos de diferenciación y formación de nuevas neuronas a lo largo de toda la vida. El principal de estos nichos neurogénicos es la zona subventricular en el cerebro anterior, donde se desarrollan complejas interacciones que inducen a las células madre neurales y los progenitores neurales a proliferar, diferenciarse y moverse a la posición adecuada, en un proceso conocido como migración neuronal.
En el Alzheimer, el proceso de formación de nuevas neuronas está alterado y se produce una disminución de la proliferación y la neurogénesis que puede promover defectos cognitivos.
En este nuevo estudio, el equipo investigador se centró en estudiar la capacidad de las células del nicho neurogénico subventricular en ratones con enfermedad de Alzheimer, para comprender el papel de algunas proteínas implicadas en esta patología y en el proceso de migración neural.
«Hemos podido comprobar que esta capacidad de generar nuevas neuronas se ve muy dañada y es un fenómeno que se produce antes de las lesiones típicas de la enfermedad», explica Ana Lloret, investigadora del Ciberfes y la UV, y una de las coordinadoras del estudio.
En concreto, en este trabajo se pudo observar que los ratones con Alzheimer presentan un déficit en la migración celular desde este nicho neural subventricular a su posición adecuada, debido a un estado de senescecia de estas nuevas neuronas.
La senescencia celular es un proceso que se inicia como respuesta al estrés y daño ocurrido en una célula y que provoca que ésta presente defectos en su capacidad de proliferación. Estas células senescentes o envejecidas detienen su ciclo celular, aunque no mueren, y se mantienen activas liberando sustancias dañinas a su entorno. Así, se van acumulando en tejidos del cuerpo y juegan un papel importante en el desarrollo de diferentes patologías, como el cáncer o, en este caso, el Alzheimer.
En este trabajo, este grupo de científicos y científicas comprobó que las nuevas neuronas sí se forman, pero la senescencia las hace incapaces de migrar y quedan acumuladas en el nicho neural subventricular, el cual se agranda y crece de forma anormal en estos ratones.
Pérdida de olfato
«En humanos esta incapacidad neurogénica no se ha descrito todavía, pero podría ser la explicación a la pérdida de olfato que sufren los pacientes de Alzheimer desde etapas muy iniciales de la enfermedad, ya que el nicho neurogénico de la zona subventricular es el que provee de nuevas neuronas al bulbo olfatorio», explica José Viña, jefe de grupo del Ciberfes en la Universitat de València y otro de los autores principales de este trabajo.
Asimismo, señalan que este nicho neural es fuente de otras clases de células cerebrales, «por lo que el mismo proceso de senescencia y alteración de la migración neural podría explicar otros déficits cognitivos asociados al Alzheimer».
«Los resultados de este trabajo podrían contribuir a un nuevo abordaje del Alzheimer basado en compuestos senolíticos o factores proneurogénicos», apuntan los y las firmantes.