07 Dic «Esta es la edad en la que se produce un rebote adiposo en los niños y que es importante vigilar».
La presidenta de la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria (AEPap) hace una serie de recomendaciones a la hora de preparar menús navideños en familias con menores con sobrepeso.
Laura Peraita
Según algunos estudios recientes, la obesidad infantil afecta a cuatro de cada diez niños entre 6 y 9 años, pero es un problema que también preocupa en la adolescencia. Concha Sánchez Pina, presidenta de la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria (AEPap), recomienda que los padres estén atentos al peso de sus hijos porque «a partir de los 6 años y hasta los 12 años se produce un rebote adiposo que es importante vigilar».
Hay padres que consideran que los niños deben coger peso para poder dar luego dar el estirón. ¿Es cierto o un mito?
Es un mito. La mayoría de los niños que se crían obesos serán adultos obesos, por eso es tan importante vigilar el incremento de peso rápido y excesivo en su infancia y preadolescencia.
¿Qué consecuencias tiene no hacerlo para su futuro desarrollo?
La obesidad es una epidemia a nivel mundial y puede provocarles en la adultez problemas cerebrovasculares, metabólicos, de grasa en el hígado, falta de movilidad…
El confinamiento ha contribuido al sobrepeso por el sedentarismo y por estar también más enganchados a las pantallas, ¿cómo afecta este tema a la salud de los niños?
El confinamiento ha sido un desastre para los niños, para la obesidad y la salud mental. Se ha dejado de hacer ejercicio y ha supuesto un incremento importante del índice de masa corporal en los niños y adolescentes que han engordado por esa falta de actividad física y mayor conexión a las pantallas.
Pero el confinamiento finalizó, ¿se ha vuelto a los buenos hábitos o se continúa por esa mala tendencia?
Hay de todo, pero en general hemos observado que gracias a que han vuelto al colegio y a su actividad física se ha producido una reducción del índice de masa corporal y han vuelto a su peso. Sin embargo, hay otros menores que todavía no han recuperado su estado antes de la pandemia.
¿Por qué no es conveniente comer delante de una pantalla?
Porque ante una pantalla estamos concentrados en lo que aparece en ella y perdemos la noción de la cantidad que comida que se ingiere. Además, desgraciadamente, se suele optar por comidas como palomitas, patatas fritas… que son saciantes, pero provocan un incremento de peso más rápido. Por otro lado, las pantallas evitan que interactuemos con los niños y en los más pequeños se produce un retraso en el habla porque la desarrollan menos. Es decir, engordan, aprenden más tarde a hablar y lo hacen peor. Es importante apagar las pantallas para que hagan ejercicio y que hablen.
¿Hay niños que comen por aburrimiento?
Sí, claro que sí, por eso en la familia hay que estar muy pendientes de las actitudes de los pequeños. Hay niños y adultos que comen por ansiedad y hay que vigilarlo, desde luego.
¿Cuáles son los errores más graves que comenten las familias a la hora de poner un plato de comida a sus hijos?
En general en España, aunque se está mejorando mucho por la difusión que se está haciendo de la alimentación saludable, se hace un abuso de la proteína. Se tiende a poner en la comida carne y en la cena pescado, y son costumbres que no son sanas porque estas proteínas hay que tomarlas, pero una vez al día. Hay que utilizar muchas más verduras y frutas en la elaboración de los platos de los niños.
¿Qué hay que evitar a la hora de ofrecerles un almuerzo en el recreo o merienda?
Desde luego los productos procesados, la bollería industrial para fomentar el uso de fruta. Sería ideal que los niños fueran al colegio con una zanahoria o con una manzana para el recreo. Hay que huir de los snaks, de las chocolatinas, de los bollos y comer cinco veces al día.
Y el desayuno, ¿cómo es el ideal?
Aquel que contenga cereales integrales, una pieza de fruta. hay que evitar las galletas hipercalóricas, los bollos y los alimentos procesados.
¿Qué consejos darías a los padres de niños con sobrepeso de cara a las navidades en las que se cometen tantos excesos?
Que eviten que los niños se den atracones de comidas hipercalóricas como pueden ser los turrones, helados o chocolates. Hay que propiciar ante todo ensaladas, verduras y frutas en los menús navideños para que los niños coman más sano. Y después de las comidas dar un paseo con los adultos de, al menos, media hora.