18 Nov Sanidad dará ventajas a las farmacias de la España vaciada para evitar su desaparición.
Hay unas 5.500 en el medio rural y de ellas 822 son de Viabilidad Económica Comprometida.
Antonio Castillejo
En los últimos dos años han cerrado casi medio centenar de farmacias de las zonas rurales en la España vaciada que en muchos casos suponían la única relación de esos habitantes con el sistema sanitario de salud en muchos kilómetros de distancia.
Las circunstancia de la España vaciada hace que en estas zonas las farmacias cumplan una labor fundamental, no solo como puestos de dispensación de medicamentos sino también dando consejo sanitario a los usuarios y resolviendo sus dudas.
Desde la Sociedad Española de Farmacia Rural (SEFAR) apuntan que las farmacias rurales españolas dan servicio a una población de ocho millones de personas y se han convertido en «centros de salud de referencia para los habitantes de muchas localidades rurales, auténticos ‘consultorios’«.
Actualmente en nuestro país existen 22.102 oficinas de farmacia de las que el 25%, unas 5.500, se encuentran en el medio rural y de ellas 822 se consideran como de Viabilidad Económica Comprometida (VEC) por causa de los recortes que ha sufrido el sector, la bajada de precios de los medicamentos y la despoblación de las zonas en las que se encuentran ubicadas.
Como ejemplo de esta situación SEFAR pone a la provincia de Cuenca donde en siete años han cerrado 11 boticas por lo que el sector reclama ayudas para estos farmacéuticos, únicos sanitarios en muchos pueblos españoles.
Es por todo ello por lo que el Ministerio de Sanidad va a poner en marcha una línea de actuación destinada a paliar esta situación en base a establecer nuevos márgenes y deducciones fiscales para este tipo de farmacias rurales «situadas en zonas con riesgo de despoblación y económicamente vulnerables».
El proyecto se implementará llevará a cabo modificando el Real Decreto que establece los requisitos que deben cumplir las boticas para beneficiarse de un índice corrector en sus márgenes por su baja facturación pública.
Este índice corrector es el que permite a las oficinas de farmacia recibir una compensación económica a través de la minoración del porcentaje de participación en los márgenes correspondientes a las dispensaciones de medicamentos dispensados con cargo a fondos públicos.
En resumen, se trata de una compensación del Gobierno a farmacias que atraviesan por dificultades económicas para que tengan un mayor margen de beneficio en la venta de medicamentos. En concreto se aplica a aquellas farmacias que facturen anualmente menos de 200.000 euros de recetas públicas al Sistema Nacional de Salud contemplando una compensación máxima de 833 euros al mes.
En consecuencia, la modificación del Real Decreto 823/2008 afectará a las llamadas farmacias de Viabilidad Económica Comprometida elevando las cuantías fijas de la aplicación del índice corrector de los márgenes mediante la actualización del IPC.
«Este debe ser el primer paso para dotar a estas farmacias de la necesaria sostenibilidad» ha puntualizado el presidente del Consejo General de Colegios Farmaceúticos, Jesús Aguilar, en declaraciones al diario El Español donde ha adelantado que «desde el Consejo General vamos a remitir las correspondientes aportaciones al Ministerio de Sanidad para enriquecer esta norma y añadir otras soluciones estructurales que contribuyan a la viabilidad de todas estas farmacias».
Por su parte, la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) ha planteado añadir a lo anterior el pagar las guardias obligatorias que realizan las farmacias rurales como una aportación más a su viabilidad.
«Si se pagasen un mínimo de 40 horas mensuales de guardias obligatorias a las farmacias de Viabilidad Económica Comprometida (VEC), que son el 80% de las farmacias rurales, los ingresos mensuales por este concepto podrían ascender a más de 1.000 euros, cantidad muy superior a los entre 350 a 400 euros que supone la subvención actual.