05 Nov Día Internacional de las Personas Cuidadoras 2021: 5 consejos para cuidar a una persona dependiente.
Desde el IMQ señalan que cuidar es una tarea costosa de mucha responsabilidad que con frecuencia genera una importante carga física, psíquica y emocional.
Manuel J. Ruiz Berdejo López
Cada 5 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Persona Cuidadora. Este día sirve para reconocer a aquellas personas, que ya sea de manera profesional o como apoyo familiar, se dedican al cuidado de personas en situación de dependencia personal (por motivos de edad, enfermedad o situación de discapacidad).
Según pone de manifiesto Estela Muñoz Sánchez, psicóloga general sanitaria de la residencia vitoriana IMQ Igurco Araba, «cuidar es una tarea costosa de mucha responsabilidad que con frecuencia genera una importante carga física, psíquica y emocional».
Por ello asegura que la «tarea de cuidar no se convierta en una situación extrema de cansancio que afecte negativamente a la persona cuidadora y, por ende, a la persona cuidada, puede ser de mucha ayuda seguir cinco recomendaciones básicas y de fácil implementación: buscar información, organizarse el tiempo, pedir ayuda cuando es necesario, poner límites y llevar unos hábitos de vida saludable».
Buscar información
El primero de los consejos que da la experta de IMQ Igurco es informarse sobre los recursos que puedan cubrir las necesidades de la persona en situación de dependencia. Es decir, acudir a asociaciones, ayudas económicas o desde el ámbito institucional.
En su caso, puede ser de mucha ayuda buscar información sobre la enfermedad que padece la persona a la que se cuida», señala.
Eso «te ayudará a afrontar mejor el cuidado y a conocer las posibilidades de reinserción a la vida cotidiana. Si la persona requiere de la realización de transferencias (por ejemplo, pasar de la cama a una silla de ruedas) y cambios posturales, solicita asesoramiento sobre pautas en higiene postural para evitar daños físicos en ambos».
Organización del tiempo
Cuando las tareas a realizar son muchas, «puedes marcarte objetivos a corto plazo para ir obteniendo pequeños logros». Esto sirve para el cuidado de las personas en situación de dependencia.
Además, señala Estela Muñoz que se debería «programar las tareas a realizar por orden de importancia y pensar en alternativas con antelación, permiten estar más preparado ante situaciones complejas que puedan surgir. No olvides que la opinión de tu familiar cuenta, por lo que siempre que sea posible, es importante que consultes los cambios con él».
Aprender a pedir ayuda
Reconocer que en ocasiones se necesita ayuda «no es un signo de debilidad; al contrario, te hará más eficaz en el cuidado». Para la psicóloga de IMQ Igurco Araba, el cuidado de una persona «es una situación difícil; por lo que permítete expresar y experimentar sentimientos desagradables».
Por ello, afirma que la persona debe pedir lo que necesite. «Déjate ayudar por otros familiares y profesionales y valora la ayuda recibida entendiendo que tu forma de realizar las tareas no es la única válida».
«Siendo flexible con los demás, se consigue más fácilmente que colaboren en lo que les pedimos. Es cierto que no se puede obligar a nadie a asumir la responsabilidad del cuidado de otro; en ese caso, acepta la libertad del otro y apóyate en otras personas, recursos sociales y asociaciones», apunta sobre el cuidado de personas en situación de dependencia
Poner límites
Otro de los consejos expuestos por la profesional sanitaria es el de poner límites. «Tienes el derecho a establecer límites con la persona que cuidas ante sus demandas excesivas o inapropiadas y decir “no” ante peticiones no urgentes».
También aboga por fomentar la independencia de la persona en situación de dependencia: «deja que haga lo que sabe hacer, intégrala en las tareas. La mayor ayuda para ambos es fomentar su autonomía. Además, es bueno que conozcas tus límites y pongas freno a tu propia autoexigencia. Concéntrate en lo que puedes hacer, no te fijes solo en los fallos. Estás haciéndolo lo mejor que puedes con los recursos que tienes. No existe el cuidador perfecto», recalca Estela Muñoz.
Hábitos de vida saludable
Reconocer los indicios de estrés y agotamiento es la última de las recomendaciones para desarrollar una tarea de cuidados de una manera saludable. «Presta atención a tu descanso y a la calidad de tu alimentación.
A veces, el cansancio por el exceso de tareas nos aleja de nuestras aficiones y seres queridos. Evita el aislamiento, haz una lista de tus “válvulas de escape” y dedica algo de tiempo a hacer actividades que te gustan (pasear, leer, practicar tus aficiones, ir al cine, hacer deporte, tomar un café con amigos…). Dedícate ese tiempo sin prisas, no tienes por qué sentirte culpable por descansar, por seguir enfocado en tu vida y disfrutando de ella».