Una de cada cuatro mujeres con discapacidad afirma haber sufrido algún tipo de violencia, según un estudio.

Una de cada cuatro mujeres con discapacidad afirma haber sufrido algún tipo de violencia, según un estudio.

El informe recoge que el 60% de mujeres se han visto discriminadas en ámbitos de ocio, laborales y, especialmente, sociales. El 70% de las víctimas no denunció debido al miedo y la impotencia.

Público/Agencias

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Una de cada cuatro mujeres con discapacidad manifiesta haber sido víctima de algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Así lo refleja el estudio social de la Confederación Estatal de Mujeres con Discapacidad (Cemudis) realizado junto a la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, que ha sido presentado este jueves. La mayoría de ellas hablan de violencia psicológica.

El informe, llevado a cabo con encuestas a 10.000 mujeres entre 2018 y 2020, también recoge que un 60% de mujeres se han visto discriminadas en ámbitos de ocio, laborales y, especialmente, sociales. El 70% de las víctimas, sin embargo, ha optado por no denunciar debido al miedo y la impotencia.

«El sistema está hecho para que el que es diferente siempre pierda» o «creo que es muy difícil demostrarlo, así que mejor dejarlo. Causaría más problemas», son algunos de los motivos de aquellas que no denunciaban.

«De las que se atrevieron a hacerlo, la mitad no recibió ayuda suficiente, por lo que se convierte en un motivo para no seguir denunciando«, ha explicado Isabel Calvo, una de las autoras del estudio.

Del total de la muestra, un 27,4% alega haber sido víctima de violencia, bien sea física (50%), psicológica (79%), económica (21%), estructural (12%), cultural (7%), sexual (24%) u obstétrica (2,9%).

Los datos indican que en el 60% de los casos el agresor era un hombre. En el 40,9% de los casos se trataba de su pareja, en el 31% de algún familiar y en el 13% de alguna amistad.

Diferencia entre clases sociales, profesiones y educación

Otro aspecto que destacan en el estudio es la relación entre la violencia y el nivel de estudios de las víctimas. Las mujeres con un mayor nivel de estudios sufren menos violencia que las que no han tenido acceso a esta. Asimismo, el porcentaje de mujeres desempleadas y de aquellas que sufren discapacidad mental es mayor.

En lo que se refiere al ámbito laboral: un 31% de mujeres están desempleadas —de las cuales un 40% lleva en esta situación, al menos, dos años—, frente al 35% que tiene un trabajo remunerado. Sin embargo, sólo un 3,5% ocupa puestos de dirección y un tercio cobra menos de 900 euros.

Además, cerca de un 10% de las mujeres encuestadas ha reconocido no tener autonomía suficiente para tomar decisiones sobre cuestiones básicas, como qué almorzar. Y un 5,4% desconoce cómo manejar las nuevas tecnologías.

La presidenta de Cemudis, Marta Valencia, durante la presentación del informe ha lamentado que «a las mujeres con discapacidad se nos aniña, se nos asexúa y no se nos concede la misma autonomía que al resto de hombres y mujeres«.

Por su parte, el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín Blanco, ha afirmado que es importante disponer de datos para poder llevar a cabo políticas que acaben con la discriminación y cualquier vulneración de  derechos.