El sentimiento de soledad no deseada y su vinculación con el maltrato.

El sentimiento de soledad no deseada y su vinculación con el maltrato.

Inmaculada Méndez, coordinadora del grupo de trabajo de Envejecimiento y Trauma del Colegio Oficial de Psicología y profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Murcia ha estado en el programa Hoy por hoy Murcia.

Paco Sánchez

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El Grupo de trabajo de envejecimiento y el grupo de trabajo de Trauma del Colegio Oficial de la Psicología de la Región de Murcia han constatado que el aislamiento de las personas mayores con la finalidad de protegerlos de la COVID-19 ha agudizado una vulnerabilidad traumática ya existente en este sector de la población: el sentimiento de soledad no deseada.

En Hoy por hoy Murcia nos hemos interesado por este trabajo y para ello hemos hablado con Inmaculada Méndez, coordinadora del grupo de trabajo y profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Murcia (UMU).

LOS TIPOS DE MALTRATO MÁS FRECUENTES EN LA REGIÓN

Estos dos grupos de trabajo han señalado que, según los datos de los que se dispone en la Región de Murcia, se puede evidenciar que entre los tipos de maltrato existentes hacia las personas mayores aparecen, sobre todo, el maltrato económico, el psicológico, la negligencia, seguidos del maltrato de tipo físico y de tipo sexual.

Además, han remarcado que se trata de un problema a nivel mundial ya que, según la OMS (2021), se trata de una situación que ocurre a diario. «Aproximadamente uno de cada 6 personas mayores de 60 años había sufrido algún tipo de abuso en

los entornos comunitarios», tal y como han señalado.

Por otro lado, han confirmado que hay maltratos a mayores que suelen pasar desapercibidos porque, en ocasiones, se esconden detrás de conductas negligentes o de abandono.

En ese sentido, el Consejo General de la Psicología pide que se dispongan de dispositivos de atención profesional y de cuidado psicológico exclusivo para las personas mayores en situaciones de crisis como una pandemia; o que se amplíen las políticas para la prevención del maltrato hacia las personas mayores.

Asimismo, solicita que se disponga de ayuda psicológica en el proceso de adaptación a los cambios y pérdidas así como el hecho de que se dote de más personal las instituciones (profesionales de enfermería, auxiliares, etc.) para que se logre un abordaje multidisciplinar para una óptima calidad de vida.

Del mismo modo, estima que se hace preciso concienciar a la sociedad sobre el hecho de que existen ciertos factores de riesgo que pueden alertarnos a la hora de detectar los posibles casos de maltrato hacia las personas mayores.

Citan, por ejemplo, posibles cambios emocionales o del comportamiento de forma inexplicable, tensiones entre los miembros familiares o con los cuidadores principales, cambios en la situación económica o en las posesiones, estrés o sobrecarga en el cuidador principal, etc.