09 Sep Cómo tu forma de conducir puede revelar signos tempranos de Alzheimer.
Un estudio de la Universidad de Washington revela que antes de que se manifieste la enfermedad se cambia la manera de conducir.
E.S
Ponerse al volante de un vehículo, incluso siendo un experimentado conductor, requiere un elevado nivel de concentración y otras habilidades cognitivas y motoras. La carretera y el mismo acto de conducir un coche implica la aparición de múltiples estímulos como, por ejemplo señales de tráfico, cambios en el trazado, circulación de otros vehículos, lluvia, etc…
Además, existen maniobras durante la conducción que requieren dividir nuestra atención en diversos estímulos que están teniendo lugar al mismo tiempo, por ejemplo, en los adelantamientos, la incorporación a la vía, los pasos por cruce o la circulación con tráfico denso. Para ello se requiere un buen estado físico y mental. De ahí que cada cierto tiempo, todos los conductores deben renovar su permiso y demostrar que siguen siendo aptos para llevar un coche.
Se sabe que las personas que padecen Alzheimer sintomático cambian su manera de conducir. Pero, ¿es posible predecir con antelación la enfermedad antes de que se manifiesten los síntomas?
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Washington, ocho de cada diez casos de Alzheimer se podrían predecir con antelación analizando la edad y los hábitos de conducción.
Para llevar a cabo dicho estudio, los investigadores colocaron un dispositivo GPS en cada uno de los coches de 139 voluntarios con el fin de monitorear su comportamiento al volante.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: los que tenían Alzheimer en fase preclínica, 64, y los que presentaban un nivel cognitivo normal, otros 75.
A lo largo de todo un año, los científicos registraron los movimientos de ambos grupos. Midieron el rendimiento de conducción (velocidad, aceleración, tirones, frenadas bruscas) y el espacio de conducción (lugares recorridos).
Los rastreadores GPS instalados en los coches de los participantes revelaron con detalle estos movimientos y el momento en que se produjeron.
El estudio determinó que los que tenían Alzheimer en un estado preclínico tendían a conducir más despacio, a hacer cambios bruscos, a viajar menos por la noche noche y a registrar menos kilómetros en general. También visitaban una menor variedad de destinos cuando conducían, ciñéndose a rutas ligeramente más limitadas.
Utilizando los resultados los datos de conducción, pudieron diseñar un modelo que podía predecir la probabilidad de que alguien tuviera alzhéimer preclínico utilizando simplemente su edad y sus datos de conducción por GPS. La precisión fue del 86%.
El modelo fue aún más preciso (90%) cuando se añadieron los resultados de una prueba genética para el alzhéimer conocida como genotipo de la apolipoproteína E (APOE), que indica si se puede tener un riesgo heredado de la enfermedad.
“La forma en que las personas se mueven en su entorno cotidiano, desde los lugares que visitan hasta la forma en que conducen, puede decirnos mucho sobre su salud”, asegura la autora del estudio, Sayeh Bayat.