23 Abr Los peligros de “fantasear” con estar mejor dentro diez años.
Quienes se imaginaban similares se mostraron más satisfechas con su vida una década después.
Tony Esteve
A priori, proyectarse en el futuro de una manera positiva parece algo sano y deseable. Pero una nueva tesis sugiere que podría no ser tan buena idea. El profesor asociado de Esade (@ESADE) Jordi Quoidbach y los coautores Joseph S. Reiff y Hal E. Hershfield han llevado a cabo un estudio (Identidad en el tiempo: la similitud percibida entre los yoes predice el bienestar 10 años después) con más de 5,000 participantes de los Estados Unidos, con edades comprendidas entre los 20 y los 75 años, para ver cómo percibían que serían al cabo de diez años. El resultado ha sido que “las personas que percibieron una mayor similitud con su yo futuro, experimentaron una mayor satisfacción con la vida diez años después”.
Para determinar los niveles de satisfacción de los participantes con su vida antes y diez años después de la encuesta inicial, los investigadores midieron la diferencia experimentada en cinco rasgos: tranquilo, afectuoso, inteligente, curioso, y activo. El resultado fue que, cuanto más similares se veían las personas dentro de diez años, más aumentó su satisfacción y bienestar. “Cuando las personas perciben similitudes entre su yo actual y futuro, es más probable que actúen de maneras que teóricamente deberían mejorar la vida de la persona en la que se convertirán”, explica Quoidbach. Esta relación, según los autores, es independiente de la edad, el género, la educación, los ingresos, el optimismo y los niveles de satisfacción con la vida, y es “consistentemente estable a lo largo de la vida de una persona”.
El estudio señala que cuando las personas se sienten similares a su yo futuro, es más probable que retrasen la gratificación presente y hagan planes a largo plazo: “Por ejemplo, una alimentación saludable en el presente podría conducir a un yo futuro más en forma y, por lo tanto, a un yo futuro más satisfecho”.
Optimismo y ‘pronósticos razonables’
Esta investigación ha encontrado una “evidencia consistente” con lo aportado por estudios anteriores que determinaron que “la similitud percibida con el yo futuro se asocia con menos descuentos del futuro, una toma de decisiones más ética, mayores tasas de ahorro y mejor salud”. Es decir que cuando las personas perciben similitudes con su yo futuro y toman decisiones con visión de futuro, “presumiblemente experimentan mejores resultados en el futuro (por ejemplo, tienen más dinero, menos dilemas éticos y mejor salud) y, en consecuencia, podrían estar mejor”.
Si somos el tipo de personas que se imagina muy diferente en el futuro; que cree que estará mejor que en el momento presente, los hallazgos de este estudio pueden aguarnos el vino. Así, a pesar de que existen otras investigaciones que consideran que proyectarnos diferentes en el futuro puede hacer que nos centremos en el momento presente (“un determinante crítico de la felicidad”), los autores afirman que “nuestros datos sugieren que cuando las personas predicen cambios a lo largo del tiempo, incluso cuando dicho cambio es de naturaleza positiva, tienden a tener un bienestar futuro más bajo”. En este sentido, Quoidbach afirma que “es posible que estas predicciones optimistas, sean similares a fantasías positivas en lugar de pronósticos razonables”.