Adolescentes de vacaciones: ¿cómo divertirse respetando las medidas de protección frente al virus?.

Adolescentes de vacaciones: ¿cómo divertirse respetando las medidas de protección frente al virus?.

Así podemos ayudarles a disfrutar de este verano atípico sin caer en conductas de riesgo.

Roxana Ibañez Machado

Estamos de lleno en la “nueva normalidad” y eso implica medidas de higiene y distanciamiento social para protegernos de la Covid-19, especialmente en una época de diversión y vacaciones. Y el colectivo más culpabilizado por no cumplir las recomendaciones es el de los adolescentes. Pero no siempre con razón. A veces se les exige en exceso y, en cualquier caso, los padres tampoco están exentos de responsabilidad.

Los expertos explican cómo se les puede seducir y cuándo hay que ser flexibles para que ayuden a protegerse a ellos y a los demás.

Para nadie es un secreto que este es un verano atípico con cambios y nuevas normas. Para los padres de algunos adolescentes, e incluso para ellos mismos, la situación puede acabar convirtiéndose en una aventura divertida o una situación amarga. Depende de muchos factores.

Para enfocarlo mejor, se trata de no mirar solo el lado negativo de este verano marcado por la protección. Al contrario, nos puede aportar grandes beneficios, indican desde el Col.legi de Pedagogs de Catalunya (Copec), que valora este proceso como un aprendizaje para salir de él mejores y más sensibles, apuntan.

“Gracias a esta crisis, los chicos y chicas podrán clarificar sus relaciones con los adultos pero también con sus amigos, y estas serán menos artificiales. Ahora podrán determinar el grado de amistad y de relación que tienen con cada uno”, agrega Jordi Puig Voltas, presidente de Consejo Social del Copec.

La gran dificultad es pedirles a los adolescentes que lleven la mascarilla y respeten del distanciamiento social en un tiempo de vacaciones, ocio y relaciones de amistad o amoríos. A los padres les puede llegar a resultar agobiante. Aunque no tiene por qué serlo. Según Jordi Puig, a un chaval le convenceremos para que se adapte a estas nuevas medidas de la misma manera que hacemos con otros temas, como cuando se les previene en cuestiones como la educación sexual o los hábitos alimentarios.

Una estrategia que les puede ayudar es enfocar la situación como cuando viajan a otro país y deben adaptarse a unas normas distintas, aunque les cueste.

El experto aconseja que los adolescentes afronten la nueva situación como cuando hacen un viaje a otro país, en el que se ven obligados a adaptarse a unas normas, aunque les cueste y sean muy diferentes a las habituales. “Tenemos la tendencia a desconfiar de los adolescentes, pero también nos damos cuenta que en momentos importantes, ellos son los primeros que toman conciencia y entienden la situación”, dice Puig.

“El problema se complica cuando intervienen otros elementos, por ejemplo, familias desestructuradas o adolescentes con problemas previos de comportamiento”, apunta el pedagogo de Copec. “Por eso –insiste– tenemos que distinguir muy bien entre los adolescentes de comportamiento normal, que siguen los parámetros como todo el mundo, y solo hay que ver por la calle que muchos llevan mascarilla, y estos casos diferentes de adolescentes que no tienen esa conciencia social porque tampoco la tienen en otros aspectos de sus vidas. Con ellos hay que trabajar la concienciación, la responsabilidad y el hacerles ver que el trabajo individual favorece también a lo que es el trabajo colectivo”.

“Creo que el problema no lo tienen los adolescentes, lo tenemos los adultos”, señala Mónica González, psicopedagoga y coach infantil. “La Covid-19 no deja de ser una cosa más que tenemos en la vida, como otras, la tuberculosis, la gripe, otros riesgos que siempre están presentes”, añade.

Una edad difícil para mantenerse a distancia.

Tal como explica Mónica González, en la adolescencia existe esa necesidad de estar muy unidos y buscar el contacto físico y eso ocurre porque en esa edad están en la búsqueda constante de un grupo de pertenencia. ¿Cómo podemos entonces hacerles entender la importancia del distanciamiento social y más cuando no son un grupo de riesgo?

“¿Les vamos a prohibir que se reúnan? ¡No! Tampoco nos lo prohíben a nosotros”, señala la experta. “Lo importante aquí –continúa– es marcarles una disciplina, unas pautas que tienen que ir cumpliendo. Lo que es difícil es que si no hemos hecho caso a estos hijos antes, de repente cumplan con lo que les pedimos. Si les hemos inculcado los hábitos de cepillarse los dientes, hacerse la cama, poner la ropa sucia en un cesto y otros, no va a haber problemas para que se pongan la mascarilla”.

“Si no hemos hecho caso a los hijos antes, será difícil que ahora cumplan lo que les pedimos. Si hemos inculcado hábitos, no habrá problema para que se pongan la mascarilla”

Esa opinión encaja poco con la creencia de que los adolescentes, porque se están haciendo mayores, necesitan distanciarse de los padres. Ellos y ellas no quieren ser tratados como niños pequeños, quieren ser mayores, autónomos e independientes. “Sí –sostiene González– pero es que realmente que hagan caso con las medidas tiene que ver más con una disciplina enseñada durante años”.

“Hay que enseñarles que pueden salir poniéndose la mascarilla y respetando la distancia. Y explicarles que eso es una colaboración con los demás. Cariño, no solamente es por ti, es por tu amiga María, por tu amiga Julia, la que va al pueblo con su abuela..”, resume la psicopedagoga.

Siguiendo la recomendación de Mónica González de hablar con los hijos e hijas adolescentes para que respeten las medidas de protección, los expertos consultados por Vivo aportan las siguientes claves:

Jordi Puig aconseja tomarse un tiempo para sentarse a hablar de la situación y plantearles las posibilidades que hay. Y todo lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer. “Pero sobre todo marca el mínimo que tienen que cumplir, por ejemplo si tú dices debemos llevar mascarillas siempre que vamos por la calle, hay que llevar mascarilla y punto y no hay términos medios. O cuando entremos en una tienda hay que ponerse mascarilla sí o sí, y eso no depende de con quién vayas”, reflexiona.

Convence dando ejemplo

Hay que tener en cuenta que también los adultos somos un ejemplo para estos chicos, recuerda Puig. “Si nosotros no cumplimos esas normas, nos lo van a recriminar. Por lo tanto, debemos ser tan responsables nosotros como ellos y cumplirlas”, agrega.

Alíate con sus amigos

Otra opción podría ser hablarlo con un grupo de iguales, no solo con tu hijo, sino con sus amigos y sus padres, para que todos seamos conscientes de la situación. “Todos como un grupo, porque ellos se refuerzan mucho como grupo”, apunta Puig.

Anímales a diseñar sus mascarillas

Aprovecha las oportunidades. Hay grupos de chicos y chicas que se han hecho hacer o comprado mascarillas originales para su grupo porque eso es como ir a la moda y les da sentido de pertenencia. Si vas por la calle y ves a uno de sus grupos, habla de ello con tus hijos, recomienda Puig.

Conviértete en influencer de tus hijos

Los chavales buscan a sus propios influencers porque representan a sus gustos y habilidades o aspiraciones. La coach infantil Mónica González aconseja a los padres convertirse en el influencer de sus hijos. ¿Cómo? Sacando provecho de que el adolescente busca referentes en los adultos.

“No estés muy encima, si te ven protestón y mandón, se alejarán de ti. Si eres un influencer que trata de mostrar con actitud y demostrar con ejemplo, te harán caso”, valora González. “El adolescente va a comportarse según la disciplina y pautas que ha recibido de parte de sus padres”, concluye.

Fomenta salidas al aire libre

No podemos evitar que los adolescentes se reúnan, pero es verdad que al no tener fiestas de pueblos ni grandes eventos pueden caer en la tentación de estar metidos en una peña, en un local, dice González. Esto no debería de ser así.

Con el apoyo de sus padres y otros adultos se les puede dar facilidades para disfrutar al aire libre y compartir con pequeños grupos algún rato de ocio y tranquilidad. Muchos se han quedado sin viajes de fin de curso, sin festivales, sin graduación, sin finales deportivas y tienen ganas de hacer actividades.

Lidiar con la influencia de sus amigos

No cabe duda que el grupo de amigos puede tener influencia positiva o negativa en las decisiones de cualquier adolescente. Y esta época no es una excepción. Pero los expertos coinciden que todo dependerá de la madurez del chico o de la chica para dejarse arrastrar de una u otra manera.

Si un adolescente ya cumple con las normas no hace falta insistirle mucho, pero si vemos que en todo lo que hace se deja influenciar mucho por sus compañeros habrá que ser un poco más estrictos y aprender a convencerles un poco más. “Y si esa amistad es tóxica, no cometas el error de ser cortante o de juzgar a sus amistades, porque finalmente ellos puede que no defiendan tu idea si no la de esa amiga o amigo. Lo más inteligente es preguntarles cómo se sienten, y hacia donde lleva esa amistad; a lo mejor, solo necesita una ayuda para hacer algo e i rse con otros amigos”, valora Mónica González.

Cuidado con juzgar

“La naturaleza es sabia: tenemos dos ojos y dos oídos para observar y escuchar, y boca para hablar solo tenemos una”, matiza González. Hay que tener mucho cuidado con los comentarios que hacemos. Lo prudente sería preguntarles por qué no se ponen la mascarilla o respetan las distancias. Igual los padres no lo han explicado bien.

“A veces hay que decir, mira hijo, doy opción a esto y a esto, para eso hay que haber educado con anterioridad y haberles dado opciones en algún momento, si les hemos dado hechas todas las decisiones sin pedir su opinión, ahora va ser complicado que podamos hablar con ellos, averiguar por qué no cumplen con las medidas de protección y buscar soluciones conjuntas”, añade la psicopedagoga.

Busca ayuda externa

Por ejemplo, ya que estamos ante un pandemia, se podría hacer una visita al médico de familia implicándolo para que le diga al adolescente qué tiene que hacer o por qué tiene que llevar mascarilla. “El especialista es otro poder que nos puede ayudar a que esa persona tome conciencia de lo que hay que hacer”, apunta el pedagogo Jordi Puig.

¿Qué hay de las salidas?

Para merecer salir hay que cumplir las normas y también es importante que los padres marquen una rutina y una buena organización de tiempo. Tampoco es aconsejable que se pasen todos los días fuera de casa. Una buena opción es invitar alguna vez a casa a los amigos de ellos. Colaborar para que lo pasen bien y así también podremos conocer a sus amistades y ver cómo se comportan.

Exige con mesura

Hay que ser exigentes pero también flexibles, dice Puig. Si somos excesivamente severos puede que el adolescente se rebote y no quiera seguir las normas.

Sin embargo, tampoco se les debe permitir que hagan lo que les dé la gana porque hay un tema de salud de por medio, enfatiza. Lo ideal es dialogar y plantear las cosas sin llegar a extremos. El adolescente prueba constantemente hasta qué límites somos capaces de llegar. “Y esto es lo que debemos evitar –advierte el pedagogo del Copec–, para esto somos adultos. No hay que llegar a los extremos, al punto de una discusión muy prolongada que acaba con la imposición de los padres porque entonces se corta el diálogo y estamos sobrepasando esta línea que tendría que haber de confianza”.

¿Y si no quieren salir?

Puede que aún en pleno verano y más en época de pandemia nos encontremos con algún adolescente que no quiera salir de casa. ¿Qué hacer? Lo más recomendable es ocuparles el tiempo con otra cosa que no sea una pantalla, que aunque tiene su parte positiva (finalmente nos ha salvado la vida durante la cuarentena) no pueden estar pegados a ella, enfatiza González.

“Vuelvo otra vez al tema de la disciplina – continúa- ese chaval ya tenía que haber aprendido que tiene que recoger su cuarto, que a lo mejor los martes prepara la cena para toda la familia y la recoge, que se dedica a hacer no sé tal responsabilidad, sacar al perro, entonces ahí ya ocupamos su espacio”.

Evitar las sanciones

“¿Es aconsejable sancionar el incumplimiento de las normas? Siempre se puede llegar a ello pero no soy partidario que se tenga que llegar a ello”, señala Jordi Puig. “Hay que ser capaz primero de convencer”, agrega.

En la misma línea, la psicopedagoga indica que con las prohibiciones o castigos lo único que conseguimos es que hagan cosas sin que nos enteremos. Cuanto más castigamos, más hacemos perfeccionar a nuestros hijos en que nos oculten cosas, enfatiza. A lo mejor no me gusta lo que a mi hijo le gusta pero tal vez sea mejor que me lo cuente, y para que eso ocurra debo dedicar tiempo a estar con ellos.

No te cierres a las redes sociales

Los adultos debemos hablarles de manera positiva de las ventajas de comunicación y de compartir aficiones. Los padres debemos ser conscientes que Instagram es una gran oportunidad para llevar a cabo parte de nuestra educación para la salud y de valores.

Pueden buscar imágenes o crear campañas ellos mismos. Por ejemplo, de cómo utilizar correctamente la mascarilla. Crear las suyas propias o customizar las que compran y que inviten a sus amigos a hacer los mismo.

Otras ideas para mantenerlos activos

Hay que permitirles espacios para tener muy a mano materiales que fomenten leer, escribir o dibujar, ya que es una fuente de expresión de lo que sienten y sirve como descarga de emociones, dice González.

También puedes incentivarles a customizar ropa y calzado. Estas ideas los mantendrán ocupados ya sea para ordenar su ropero o a aprender a reciclar y les ayudarán a dar valor a sus cosas.

Otra opción es el lettering, ahora que está de moda. Es una de las tantas disciplinas creativas con mil aplicaciones. Por ejemplo, pueden aprovechar para confeccionar frases que les gusten o motiven. O crear carteles de pautas para cumplir en familia, por ejemplo: al baño se entra sin móvil ni tablet.

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