07 Jul Conciliación: de asignatura pendiente a obligación real tras la crisis del Covid-19.
Durante la cuarentena se ha reafirmado una de las conclusiones del informe: el cuidado del entorno familiar recae más sobre las mujeres.
Gema Santamaria
El «Informe Familiados sobre conciliación familiar en España 2020» recoge que 1,44 millones de padres recurrieron a su entorno para el cuidado de sus hijos menores, mientras que 1,49 millones de personas hicieron uso de servicios de profesionales. Familiados, startup navarra dedicada a la prestación de servicios de cuidados y atención de personas, como una plataforma de cuidadores, destaca que, incluso durante el confinamiento, son las mujeres quienes asumen en mayor medida el cuidado de los niños. Ellas han dedicado hasta 4,3 horas diarias a atender a los menores frente a 3,1 horas de los hombres.
Según sus datos más de 4 millones de familias con niños se han visto obligadas a «adoptar» la conciliación durante los dos últimos meses en España. Este eufemismo para millones de trabajadores se ha convertido en una olla a presión en la que a veces resulta imposible combinar de manera adecuada el trabajo, los deberes escolares, la atención a los menores, el ocio y las tareas de la casa.
Sin la ayuda externa de familiares, amigos o profesionales, uno o varios de estos ámbitos de convivencia se han visto resentidos o simplemente imposibles de atender. Carencias, malabarismos, estrés… muchos sustantivos van definiendo esta situación que refleja el primer «Informe Familiados sobre conciliación familiar en España 2020» y que en realidad no es nueva en nuestro país sino que sencillamente se ha agravado y puesto de manifiesto a gran escala, indican.
Antes de la aparición del COVID-19, en 2018, la mitad de los más de ocho millones de trabajadores que en España tenían a su cargo menores de 15 años no pudieron modificar su jornada laboral para atenderlos. Y ese escenario era y es, en ocasiones, aún más complejo ya que 1.495.000 de esos padres además de trabajar cuidan de uno o más hijos en edad de ser dependientes.
Según desprende este informe elaborado por la plataforma Familiadoscon fuentes estadísticas, el entorno se convertía en estos casos en la red de seguridad a la que acudían en busca de ayuda. Padres, hermanos y allegados conforman el habitual tejido de emergencia al que se recurre mayoritariamente en nuestro país en caso de necesidad de atención a los menores.
Mayores y el cuidado femenino
Los mayores han sido el colectivo más expuesto ante la llegada del coronavirus. Según datos del Ministerio de Sanidad, el 95% de las víctimas mortales por COVID-19 en España tenían más de 60 años. Su labor, que antes facilitaba el equilibrio entre trabajo y familia, se ha visto interrumpida bruscamente y si se busca su ayuda, los padres o tutores saben que les exponen aún más al riesgo del contagio. Y eso en el caso de que no sean ellos quienes requieran cuidados o atenciones especiales. El informe sobre conciliación familiar recoge que en 2018 había 1.494.600 trabajadores que tenían a su cargo a un familiar con dependencia, en el que los ancianos son un segmento importante.
Durante la cuarentena se ha reafirmado una de las conclusiones del informe: el cuidado del entorno familiar recae más sobre las mujeres. Mientras aumentaban las horas dedicadas al cuidado y entretenimiento de menores en el hogar, llegando en abril al alcanzar las 3,7 horas diarias, eran las mujeres quienes más tiempo dedicaban a estas labores. Los datos recabados en el informe sobre conciliación familiar indican que las mujeres son quienes más modifican su vida laboral en nuestro país, reconociendo que un 17,8% de las trabajadoras habían dejado de trabajar más de dos años en algún momento para atender a sus hijos.
Esta situación se extiende también al cuidado de dependientes ya que de los más de 2 millones de personas que en España compaginan su labor profesional con cuidado de un menor o adulto en situación de dependencia, las mujeres son quienes más trabajan a tiempo parcial para poder conciliar. Las cifras alcanzan su máximo apogeo en el segmento entre 35 y 44 años donde el 62% del total de mujeres ha optado por trabajar menos horas en favor de la atención a las personas de su entorno.
Incluso entre quienes cuidan de manera no profesional a familiares dependientes la diferencia por sexos es abrumadora: en el último cuatrimestre de 2018 había más de 41.000 mujeres cuidadoras no profesionales de personas dependientes frente a casi 5.000 hombres.
Diferencias entre comunidades autónomas
El análisis pormenorizado de las consecuencias sociales y familiares, y sobre todo laborales, de esta crisis sanitaria muestra diferentes panoramas en cada comunidad autónoma.
En lo referente a dependencia, Navarra y País Vasco son las que mayor porcentaje (7%) registran de personas que trabajan y tienen a su cargo a una persona dependiente . En lo referente a conciliación de familias con hijos menores de 15 años, Navarra y Madrid lideran el ranking, con un 30,11% y 29,81% respectivamente.
De entre estas cifras también cabe destacar que es en Aragón donde más adultos hicieron uso de servicios profesionales para el cuidado de los hijos/as y familiares dependientes (el 21%) seguido de la Comunidad de Madrid con 255.000 personas, casi un 20%.