29 Abr La ‘app’ que asiste a los cuidadores de personas dependientes.
Estas personas reciben consejos y formación para mejorar su estado de salud y descargar la ansiedad que ocasiona cuidar de familiares.
José Mendiola
Zaindoo se basa, además, en un principio de ‘gamificación’: a medida que el cuidador sigue los consejos que le aparecen o asiste a las formaciones que le propone el sistema, acumula puntos que se pueden canjear por servicios útiles como una revisión auditiva gratuita. La ‘app’ también es útil a la hora de la organización. Cada persona de la familia encargada del cuidado puede crear su propio perfil y puede organizarse el día a día, subiendo documentos médicos, por ejemplo, o citas con especialistas.
Con la aplicación como centro de operaciones y un convencido apoyo por parte de las instituciones, OkEnCasa ha arrancado con un proyecto piloto en 200 hogares con cuidadores activos para conocer su impacto real.
Una idea basada en la experiencia
Iñigo Kortabitarte es licenciado en informática y tiene una dilatada experiencia en la transformación digital. Fraguó su proyecto fruto de una “experiencia personal y familiar”, que surgió poco después de jubilarse su suegro. “Enseguida comenzaron a aparecer síntomas preocupantes: alguna caída extraña de la bicicleta, primeros problemas en el habla, algunas lagunas de memoria… Al poco tiempo le fue diagnosticada una demencia, y pocos meses después era un gran dependiente”. En una primera instancia, fue su suegra quien asumió íntegramente sus cuidados, pero pese al apoyo decidido de toda la familia, pronto se vieron atrapados en la maraña institucional a la que se enfrentan quienes asumen el cuidado de los dependientes.
El responsable de OkEnCasa habla de “la complejidad del sistema público sociosanitario” que, a su juicio, provoca “una serie de anomalías y dificultades que repercuten de manera negativa en los familiares”, que se enfrentan a una situación ya de por sí “plagada de dificultades”. Precisamente lo que persigue este innovador proyecto es allanar el camino a los cuidadores y emplea la tecnología para ello, una circunstancia que en un principio despertó suspicacias entre los propios promotores ya que muchos de los receptores eran ya personas mayores y afectadas por la llamada “brecha digital”. Pero la recepción está siendo buena.
Este emprendedor no duda en sostener que ofrecer una sistemática de cuidados a los dependientes “tiene repercusiones positivas en la sociedad. Para empezar, económicas”. Explica que “si tuviéramos que trasladar al sistema público el coste de las tareas de cuidado asumidas por los familiares cuidadores, el sistema colapsaría”. OkEnCasa ha llegado para quedarse y el planteamiento es escalable a otras comunidades y provincias con necesidades de atención semejantes a los dependientes. “A mí personalmente me gusta mirarme en el espejo de una sociedad que decide cuidar a sus mayores”, concluye Kortabitarte.