31 Oct Cómo tu trabajo afecta seriamente a tu salud sin que te des cuenta (y cómo minimizar el daño)
Estar sentado la mayoría del día aumenta el riesgo de muerte y de sufrir depresión y cáncer. Te proponemos soluciones fáciles de aplicar en tu día a día para minimizar los efectos negativos de tu trabajo.
MARÍA PALMERO
A estas alturas nadie duda de que el trabajo no es bueno para la salud. O al menos no como se hace en la actualidad. Diez horas fuera de casa, ocho horas sentado frente a un ordenador o de reuniones nos hacen flaco favor.
Hasta que se plantee seriamente si esto es plausible seguir haciéndolo durante cinco días a la semana, no nos queda otra que continuar adoptando el régimen laboral que impera en la mayoría de empresas.
El problema es que este sedentario ritmo de vida nos está pasando factura en la salud. Así lo ha concluido una investigación realizada por la Universidad de Queensland y la Universidad de Victoria, que relacionó permanecer demasiado tiempo sentado a tener un mayor riesgo de muerte y de padecer depresión, cáncer, enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2.
Cómo minimizar al daño a la salud que te ocasiona el trabajo
El asunto es bastante preocupante, pues aunque pensemos que compensamos este sedentarismo con hacer deporte unas dos o tres veces a la semana, no es suficiente, según los expertos. Aunque más vale algo que nada, hacer de una a tres horas de bicicleta a la semana no detiene el efecto negativo de permanecer con el culo pegado al asiento durante casi toda tu semana.
Sabemos que no puedes revelarte ante tu jefe ni dejar de acudir al trabajo, por eso te proponemos una serie de remedios que puedes empezar a aplicar desde ya para reducir el impacto negativo que el trabajo te causa en la salud:
1) Hazte con un escritorio alto
Es una moda muy americana que cada vez está calando más en nuestro país. Hazte con un escritorio alto para permanecer de pie mientras tecleas. Es muy efectivo siempre y cuando no te genere problemas de espalda, que con una buena postura no tendría por qué pasarte.
2) Ve andando al trabajo
Si tu trabajo está en la otra punta de la ciudad como el de la mayoría de mortales y te ves obligado a coger el coche o el transporte público para llegar, intenta bajarte una parada antes o aparcar más lejos. Así tendrás que darte un paseíto para ir y para regresar que te vendrá de maravilla.
Si tienes la suerte de poder ir caminando a tu oficina, ni lo pienses. Piensa en todo lo que vas a ahorrar, además.
3) Cuando te llamen, camina
Jose Luis Izquierdo, más conocido como Mago More, asegura en su libro bestseller ‘Superpoderes del éxito para gente normal’, que a él le cambió la vida adoptar una serie de rutinas en su horario laboral. Una de ellas era ponerse a caminar siempre que hablaba por teléfono, algo que le ayudó a cumplir con su objetivo de pasos diario.
Numerosas investigaciones, como una realizada por la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah, han demostrado que andar durante solo 2 minutos tras haber estado largo tiempo sentado es suficiente para reducir potencialmente los daños del sedentarismo.
4) Organiza reuniones caminando
More, mencionado anteriormente, también aplica esta técnica, y le va de maravilla. Asegura que las reuniones normalmente se alargan demasiado, y que una técnica para ganar en salud y no perder tiempo es organizar estas quedadas para caminar. Cuenta que a veces sus citas se extrañan de este raro método de negociar andando, pero al final todos salen ganando.
5) Aprovecha los descansos para hacer ejercicio
Mucha gente aprovecha la hora de comer para salir a correr o para acudir a alguna clase de un gimnasio cercano, razón por la cual en muchas empresas ya han instalado duchas en los baños. Es una buena idea, lector.
6) Da un paseo después de comer
Dar un paseo después de comer no solo hace que el almuerzo te engorde menos, sino que además te espabila y refuerza tu salud.
7) Bebe mucha agua
El agua no solo no tiene calorías, sino que además, al consumirla, estarás quemando más calorías, ya que acelera el metabolismo, según este estudio.
Numerosas investigaciones han demostrado que el gasto de energía en reposo (o sea, la quema de calorías) se incrementa entre un 24 y un 30% en los diez minutos posteriores al consumo de agua. El efecto dura nada menos que una hora.
Beber medio litro de agua, de hecho, quema 23 calorías exactas. Y si es fría, además, el efecto adelgazante se multiplica, ya que el cuerpo gasta más energía en calentar tu cuerpo. Vamos, un chollo.
8) Evita coger el ascensor
Siempre que puedas, intenta subir y bajar por las escaleras en vez de en ascensor. Es fácil decirlo y más difícil hacerlo, pero una vez que cojas el hábito ni te enterarás del esfuerzo que te supone.
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