La crisis económica nos hace ser más obesos (comiendo mucho peor).

La crisis económica nos hace ser más obesos (comiendo mucho peor).

Menos dinero para la cesta de la compra provoca que optemos por productos ultraprocesados y desechemos productos de calidad nutricional.

REDACCIÓN

Nuestra alimentación y la salud pública son dos de los grandes afectados por la crisis económica, según ha declarado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) a través del doctor Francisco Botella, vocal del área asistencial y de comunicación.

La razón es simple. Las familias cuentan con menos dinero y la cesta de la compra se ve empobrecida, con lo que muchas veces no se incluyen alimentos que deberían ser obligatorios en una alimentación sana.

Según los datos que maneja esta organización, la cesta de la compra se ha encarecido tres veces más que los sueldos, lo que ha supuesto que uno de cada tres habitantes cambie sus hábitos alimentarios, lo que puede conllevar riesgos como la obesidad, la epidemia del siglo XXI, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Menos pescado y frutas

Esto se da porque se reduce el consumo de productos esenciales como pescado azul, frutas, verduras, aceite de oliva, lácteos, pan y huevo; y se opta por alternativas como el consumo de alimentos ultraprocesados, con bajo valor nutricional y ricos en azúcares refinados, sal y grasas, como las carnes de baja categoría, los precocinados o la bollería.

¿Y qué se puede hacer para combatir esto? Desde SEEN se apuesta por seguir un patrón de dieta saludable, con una alimentación basada en productos que aporten los valores de energía y nutrientes necesarios.

Para ello se recomienda combinar alimentos como las carnes o los pescados con arroz, pasta o legumbres para conseguir una alternativa saludable y nutritiva. Otra alternativa interesante es apostar por los productos congelados, más baratos que los frescos y con el mismo valor nutricional, calidad y sabor.

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición también advierte no abusar siempre del mismo producto, como pasa con la patata, que no cuenta con un alto valor energético. Arroz, pasta o legumbres se convierten en alternativas, de las que tampoco hay que abusar.

No abuses de la patata

Finalmente, según los expertos, una dieta debe constar al menos de tres comidas diarias y nos dan ciertos consejos: elegir alimentos de origen vegetal, incluir una ración de cereales y derivados en cada comida, limitar el consumo de alimentos de origen animal, aumentar el consumo de pescado y carne blanca, tomar dos o tres raciones de legumbres a la semana, reducir el consumo de fritos, moderar las raciones y cocinar en casa, dejando de lado los alimentos precocinados.