Crecen un 10,5% los profesionales que dejan de trabajar por tener que cuidar a familiares

Crecen un 10,5% los profesionales que dejan de trabajar por tener que cuidar a familiares

La Fundación Adecco, con la colaboración de Previsora Bilbaína y Cidetec, ha presentado por octavo año consecutivo su informe ‘Discapacidad y Familia’.

REDACCIÓN

Tomando como referencia los datos de experiencia profesional y búsqueda de empleo de la Encuesta de Población Activa, las estadísticas del SAAD (Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia) y los resultados de una encuesta realizada a 500 personas que conviven con alguna persona con discapacidad, el informe ‘Discapacidad y Familia’ revela que, en el último año, 56.700 profesionales se han retirado del mercado laboral para ocuparse directamente de un familiar dependiente o con discapacidad. Hoy, los inactivos por este motivo ya superan el medio millón (595.700), lo que supone un incremento del 10,5% con respecto a 2017 (539.000) y un crecimiento del 22% con respecto a hace dos años.

Además, la mayoría (55%) toma la decisión de retirarse del mercado laboral por motivos económicos, al no cubrir su sueldo los servicios profesionales adecuados para el cuidado de su familiar dependiente o con discapacidad. De hecho, hasta un 78% de las familias con personas con discapacidad, encuestadas por la Fundación Adecco, declara algún tipo de dificultad para llegar a fin de mes.

Sin embargo, además del motivo económico, existen otras causas que subyacen a este abandono del mercado laboral. Por un lado, esta la cronificación del desempleo, que afecta especialmente a determinados segmentos de la población, como las mujeres mayores de 45 años, y por otro, las dificultades para conciliar, dado que el 92% de los profesionales que conviven con personas con discapacidad (frente al 66% de los ocupados en España) encuentra importantes obstáculos para hacerlo, lo que puede conducir, en algunos casos, a la decisión de retirarse del empleo para ocuparse directamente de su familiar.

En este sentido, el informe revela que mayor parte de las medidas de conciliación permitidas por las empresas en las que trabajan personas que tienen a familiares con discapacidad tiene una implementación inferior al 50%. De hecho, solo la posibilidad de abandono del puesto ante emergencias familiares (60%) o las reuniones por videoconferencias (55%) superan este porcentaje. En el otro lado, el teletrabajo sigue siendo exiguo (11%) y la flexibilidad tiene aún mucho margen de desarrollo (41%).

La dependencia se sustenta en el cuidador familiar: mujer mayor de 45 años

Por otro lado, la Fundación Adecco destaca que «cada vez se contabilizan más personas dependientes y/o con discapacidad, en parte, por el alargamiento de la esperanza de vida», al tiempo que incide en que las pagas para cuidadores en el entorno copan el grueso de las prestaciones por dependencia (30,7%), por encima de otras variantes como la ayuda a domicilio (17,9%) o la teleasistencia (16,9%).

«Es significativo cómo, en línea con el crecimiento generalizado de subsidios y, además de ser el tipo de prestación con mayor acogida, la paga por cuidados familiares no profesionales no ha dejado de incrementarse en los últimos años: con respecto a 2018 se ha incrementado un 6,4% y un 10,3% si comparamos la cifra con la de 2015. A día de hoy, del total de 1.329.829 prestaciones concedidas por dependencia, 408.384 son para los cuidadores familiares no profesionales», se lee en el informe.

A este respecto, Francisco Mesonero, Director General de la Fundación Adecco, fija el reto en «profesionalizar la ocupación del cuidador familiar, dotándole de recursos y conocimientos específicos que revaloricen su candidatura si el día de mañana decide volver al mercado de trabajo abierto». Asimismo, describe de «fundamental» formar a los cuidadores para que, «no solo se centren en paliar las situaciones de necesidad de su familiar, sino que apuesten por potenciar su autonomía personal y empleabilidad, si se encuentra en edad laboral”.

Y es que atendiendo al perfil de las personas que se retiran del mercado laboral para cuidar a un familiar, se observa que la gran mayoría son mujeres (94%) y que la mayor parte supera los 45 años (40%). Concretamente un 21% tiene entre 45 y 54 años y un 19% supera los 55 años.

Según Mesonero, “se trata de un sector de la población feminizado prácticamente al 100% y de edad avanzada. Las mujeres mayores de 45 años son las que más dificultades encuentran en su acceso al empleo y en el mantenimiento del mismo; por lo tanto, son las primeras que deciden retirarse del mercado cuando la situación familiar lo requiere”.

Entre las causas que subyacen tras esta realidad destacan una desactualización de competencias (muchas se incorporan a la búsqueda de empleo tras mucho tiempo de inactividad), unida a prejuicios sociales y empresariales que siguen asociando a los senior con profesionales obsoletos, menor flexibilidad e inferior compromiso. De hecho, un 48% de las mujeres mayores de 45 años lleva más de un año en paro, frente al 63% de la media de todas las mujeres.

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