27 Ene Terapia ocupacional, clave en el día a día de nuestros mayores
La terapia ocupacional tiene como objetivo conseguir que las personas conserven su autonomía y mejoren su calidad de vida. Así lo entienden en la Residencia El Moreral.
REDACCIÓN
Conseguir que los mayores no dependan de terceras personas para la realización de sus tareas cotidianas es el objetivo principal de la terapia ocupacional en la residencia El Moreral, en La Puebla de Alfindén, tal y como explica Alba Martínez, una de las profesionales que se dedican a esta labor.
La pérdida de autonomía funcional, movilidad y habilidades cognitivas acompaña, frecuentemente, al proceso de envejecimiento y puede situar a la persona mayor en una situación de dependencia, según relata la terapeuta, quien añade que, por eso, el aseo personal, vestirse, pasear… es difícil para muchos, por no hablar de otras actividades como manejar el móvil, comprar o manejar asuntos financieros.
Teniendo esto en cuenta, desde la terapia ocupacional se trabaja en tres campos principales: las áreas, que son las actividades que forman parte de la vida cotidiana de las personas; los componentes, que son las habilidades sensomotoras, cognitivas y psicosociales que se requieren para llevar a cabo las actividades de la vida diaria; y los contextos, que son los factores que constituyen el entorno de la persona y que posibilitan o dificultan la participación en el día a día.
En la residencia El Moreral
El entrenamiento de las actividades de la vida diaria o el trabajo de las diferentes habilidades cognitivas, sensomotoras y psicosociales que intervienen en lo cotidiano va a determinar de manera notable el nivel de independencia y la calidad de vida de las personas.
En la residencia El Moreral cuentan con diferentes programas para la consecución de este objetivo, como: orientación a la realidad, terapia funcional, laborterapia, terapia de estimulación emocional, psicomotricidad, entrenamiento de las actividades básicas de la vida diaria, y estimulación sensorial en sala ‘snozelen’.
Desde el departamento de terapia ocupacional, en coordinación con el departamento de psicología y de trabajo social de la residencia, se llevan a cabo diferentes actividades como excursiones al aire libre y visitas a museos, exposiciones, lugares emblemáticos de la ciudad y colegios; así como la elección del menú semanal; la realización de fiestas, bailes y celebraciones y el cuidado del huerto.
«Nuestra residencia, es un centro libre de sujeciones, donde los residentes cuentan con un entorno adaptado sin restricciones físicas de ningún tipo, que fomentan su autonomía personal y reducen notablemente las alteraciones de conducta», explica alba Martínez.
Cuando una persona llega al centro, lo primero que se hace es que la valoración del estado cognitivo, funcional y ocupacional del residente a manos del terapeuta ocupacional. A partir de aquí, se evalúan y se consensúan unos objetivos, eligiendo cuáles son las actividades más apropiadas para comenzar con el tratamiento y teniendo muy en cuenta sus gustos e intereses, sus preferencias, sus roles, sus valores y sus prioridades a la hora de realizar actividades, según el modelo de atención centrada en la persona.
«La ocupación implica desenvolverse y desempeñarse, en tareas que dan significado a nuestra vida -afirma la terapeuta- En definitiva, cuando una persona se ve inmersa en la realización de ocupaciones puede promover la expresión individual, contribuir al desarrollo de la propia identidad y al establecimiento de vínculos personales, sociales y culturales que incidan, en último término, en su salud. Por tanto, podemos concebir la ocupación como un agente que promueve la salud y previene recaídas y la aparición de la enfermedad».
Las actividades que se implantaran tendrán un carácter preventivo, rehabilitador y compensador, para una mejora o mantenimiento de su autonomía personal, mejorando así su calidad de vida.
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