«La energía limpia es lo mejor para la salud de la gente y la economía»

«La energía limpia es lo mejor para la salud de la gente y la economía»

María Neira, la responsable de la Organización Mundial de la Salud pone a China como ejemplo de cambio en las políticas climáticas.

DANIEL ROLDÁN – MADRID

María Neira (La Felguera, Asturias, 1960) no recuerda la última vez que estuvo una semana en el mismo lugar. El domingo, la directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajaba desde Tailandia a Madrid para asistir a un encuentro por el undécimo aniversario del Instituto Tomás Pascual Sanz. El sudeste asiático es precisamente una de las zonas que más preocupa a Neira –a quien sitúan dentro de cuatro años como posible candidata a dirigir la OMS– por sus altos niveles de contaminación.

–Usted ha defendido en varias ocasiones que la contaminación del aire va a provocar que se llenen las urgencias. ¿Tan preocupante es la situación?

Ya están llenas con problemas de la calidad del aire. A lo mejor no en Europa, pero en Nueva Delhi hace tres meses hubo un aumento de un 50% en el número de admisiones debido a esa mala calidad del aire que afecta a nuestros pulmones de forma aguda y es responsable de los accidentes cerebrovasculares, de los infartos, del cáncer de pulmón y del asma.

–¿Falta educación sobre los efectos?

Creo que no. En Pekín, llegó un momento en que el aire se convirtió en irrespirable. Los ciudadanos tenían un sabor metálico permanente en la boca, picor en la nariz o la garganta. Los ciudadanos se manifestaron y comenzaron a cambiar las cosas. Ahora, el Gobierno chino ha convertido esta lucha contra la contaminación del aire en la prioridad número uno. Quiero pensar que el argumento de salud haya tenido mucho que ver, pero también se dieron cuenta que muchas multinacionales no querían instalarse en Pekín. Si vives allí unos años, pierdes unos meses de esperanza de vida.

–¿Y qué supone para la OMS este cambio de China?

Un ejemplo a expandir. Van a ver que China va a crecer más con otras políticas estratégicas.

–También ha influido el tema económico.

Sí, pero no importa. Es como cuando dicen que hay un filántropo que da dinero. Haya él, su conciencia y su motivación. Lo importante es que no nos pide nada a cambio.

–Hablando de ciudades, España tuvo que acudir a Bruselas por la contaminación en Madrid y Barcelona. ¿Qué hay que hacer para mejorar la calidad del aire en los centros urbanos?

Para la OMS, la Unión Europea es uno de los mejores alumnos pero hay que ser más exigente. Quiero creer que en Europa se van a poner medidas de calidad del aire no solo porque exista una legislación sino porque es la única vía. Vamos a gastar menos en sanidad. En Europa mueren 400.000 personas por la contaminación. No es aceptable.

–¿Falta ambición?

Falta comprensión, exigencia ciudadana, voluntad política y visión. La energía limpia es lo mejor para la salud de la gente y la economía. A los países que acierten en esa transición energética, les irá bien en todos los sentidos. No es una creencia de medioambientalistas trasnochados ni de la OMS, es una cuestión de desarrollo económico y social y protección social. China está cerrando centrales que usan carbón y están tomando medidas muy importantes en materia de medio ambiente. Están poniendo una legislación feroz en el uso de ciertos productos.

–Si China es el alumno más aplicado en los últimos años, ¿cuál sería el que menos?

Con la India no hemos tenido muchos resultados. Ha habido muchas declaraciones rimbombantes pero no hechos. Y en el sudeste asiático, el tráfico es inhumano con coches muy viejos. Es una bomba de relojería. En Ciudad de México decidieron en un momento de pico muy alto que los vehículos más viejos no circulasen. Pero los ricos no tienen coches viejos, afectaba solo a los más pobres. Es un ejemplo de que hay que tomar medidas transversales, sabiendo a quién afecta.

–Una de las medidas que se reclama para reducir la contaminación es la eliminación del diésel. ¿Qué opina?

Creo que la eliminación del diésel la vamos a ver, aunque también hay que decir que los coches actuales bajo la normativa europea son mucho menos contaminantes. Habrá una transición. Hablo mucho con la industria del automóvil y estoy convencida de que van a encontrar una solución de negocio para que lleguemos a esos coches poco contaminantes. Y vamos a ver más coches eléctricos.

–¿Dónde se puede hacer más?

Sobre todo en el transporte público. Debe ser barato, accesible y poco contaminante. Se puede recuperar cualquier ciudad.

–¿España lo está haciendo bien?

Al estar dentro de la UE, las exigencias son mucho más altas. Los niveles de contaminación en Europa no son tan preocupantes y debe servir de ejemplo para otras partes del mundo. Porque no hace tanto tiempo que en Londres no se veía nada por el carbón y la leña que se quemaban dentro de las casas. Tenemos doble responsabilidad en cuanto a velocidad de avances e innovación.

«ESPERO QUE LAS ONG GANEN EN MÁS TRANSPARENCIA»

. El cambio de la política china permitió alcanzar los Acuerdos de París. Algo, insospechado hace unos años.

–Los movimientos políticos han dado lugar a una situación rara.

–Ahora China es líder en la lucha contra el cambio climático. Es muy extraño porque Estados Unidos, líder de la economía mundial, está perdiendo este tren. Aunque también hay que decir que los gobernadores tiene mucho poder y están tomando decisiones que van acorde con los Acuerdos de París y, además, lo reivindican. Pero la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos está desapareciendo.

–¿Hay futuro sin EE UU?

–Todavía no se ha marchado. En Bonn, en la cumbre del clima, había todo un movimiento a favor de París. Los alcaldes y los gobernadores estadounidenses van más allá. Entienden que es muy importante y porque su población se lo pide. Cuanto más bajamos en la gobernanza, el ciudadano tiene más opciones de influir y de presionar. Y se pueden hacer mejores políticas de salud y medioambientales.

–¿Cómo se ve desde la OMS toda la polémica que están viviendo varias ONG?

–Las ONG no están fuera de la sociedad y van a tener casos como estos como cualquier miembro de la sociedad. Es cierto que el caso de Oxfam ha sido chocante, sobre todo cuando el señor que está implicado ya fue retirado de su puesto en 2006 y absurdamente recontratado dos años después. Este tipo de cosas no pueden ocurrir. Yo he trabajado cinco años en África y he visto cosas que me gustaría no haber visto de personas que trabajaban en organizaciones humanitarias. Siempre que he podido lo he denunciado, siempre.

–¿Se va a ganar en transparencia?

–Espero que se gane en más transparencia y no sea una caza de brujas temporal, para luego poner unas medidas que los más listos puedan saltarse. Es una ética que tiene que estar dentro. No obstante, la gente debe denunciarlo.

www.diariosur.es/sociedad/salud/energia-limpia-mejor-20180227210052-ntrc.html