Una nueva tecnología que mejorará la dependencia en el colectivo de la tercera edad

Una nueva tecnología que mejorará la dependencia en el colectivo de la tercera edad

En el futuro se implantará una nueva tecnología capaz no solo de vigilar las rutinas de estas personas sino de diagnosticar problemas futuros a los que poder poner remedio con una mayor prevención.

MMP – BAEZA

Una nueva tecnología, aún en fase de experimentación, permitirá atender más y mejor a personas dependientes y personas mayores necesitadas de ayuda. Atrás quedará el botón de emergencia, que ha servido para controlar el comportamiento diario de este colectivo. En el futuro se implantará una nueva tecnología capaz no solo de vigilar las rutinas de estas personas sino de diagnosticar problemas futuros a los que poder poner remedio con una mayor prevención. El curso ‘Internet de las cosas para mejorar la dependencia en el envejecimiento’ se celebra estos días en la sede Antonio Machado de Baeza, dentro del ciclo de verano de la Universidad Internacional de Andalucía, y está dirigido por Javier Medina Quero, ingeniero informático y doctor en Ciencias de la Computación en la Universidad de Granada. «La tecnología que va a llegar en un futuro ayudará a las políticas de dependencia y a un colectivo de la tercera edad cada día mayor que necesitará cuidados permanentes», ha dicho el director del curso. Para ello se trabaja en la actualidad en la implantación de sensores a costes reducidos en los hogares de las personas ancianas para saber por ejemplo si han desayunado, si han caminado por casa, si han salido de su hogar o a qué hora han regresado. «Esos sensores nos permitirán también conocer sus hábitos higiénicos, su sueño y su rutina», ha dicho Javier Medina. Esas variables serán analizadas desde la inteligencia artificial e integradas en un retrato que ayude a cuidadores y familiares.

Es cierto que las personas mayores no están acostumbradas al uso de internet. Y muchos investigadores y sociológos se preguntan cómo romper esa brecha generacional. «Trabajamos para que la gente mayor tenga una tecnología inmersiva, es decir que no afecte a su día a día, que se integra en el ambiente, con la que no tenga que interactuar», ha manifestado Javier Medina, que es además miembro colaborador del grupo Sinbad2 de la Universidad de Jaén. Esos sensores captan toda la información necesaria, la transmite de forma automática a servidores donde se procesa. «Es verdad que se necesita una implantación tecnológica y que tanto cuidadores como familiares, así como profesionales de los servicios sociales, deberán estar familiarizados con estas nuevas aplicaciones informáticas».

Ha habido iniciativas piloto que han sido fundamentales para que esa primera tecnología se desarrolle. Es el caso del botón de emergencia. Aunque era una propuesta muy sencilla ha ayudado al día a día al colectivo de la tercera edad. «Ese botón, en días de calor por ejemplo, servía para saber si habían bebido agua y si estaban bien. Ahora se ha dado un paso más. Se está trabajando en nuevos prototipos y modelos que no solo sirvan para analizar sino que sean proactivos para saber si la persona, por ejemplo, está sufriendo problemas de demencia», ha manifestado el ingeniero.

La crisis económica afectó a la implantación de los dispositivos ambientales , pero su implantación será en breve porque las grandes compañías se están dando cuenta de que existe un nicho social y económico importante. «Estas nuevas iniciativas tecnologías tendrán que liderarla la iniciativa privada y las administraciones públicas», opina Javier Medina. «La primera -añade- está viendo un importante nicho de mercado en torno a la dependencia y las administraciones públicas tendrán que facilitar su implantación desde sus políticas sociales».

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