«Los jóvenes suelen ser sensibles con las personas mayores que no son de su entorno familiar»

«Los jóvenes suelen ser sensibles con las personas mayores que no son de su entorno familiar»

Mariano Sánchez, profesor del master en Gerontología en la Universidad de Deusto, aboga por la intergeneracionalidad.

MÓNICA SETIÉN

Se ha celebrado en Madrid un Congreso sobre Homeshare, o lo que es lo mismo, mayores que comparten su hogar con estudiantes de otros lugares. Mariano Sánchez, profesor de Sociología en la Universidad de Granada y profesor del master en Gerontología en la Universidad de Deusto, está muy implicado en el programa Convive, que gestiona la ONG Solidarios para el Desarrollo. Explica como está la sociedad de sensibilizada para con los mayores y con esta iniciativa.

-¿Cree que las personas mayores en España están un poco olvidadas y que no se les dedica la atención y los recursos necesarios?

-Si los mayores son objeto de olvido es porque hemos hecho de este grupo poblacional un sector aparte. Los mayores son como todos, y si no vemos al ser humano que hay detrás, no es extraño que les estemos dejando apartados. Creo que las administraciones están haciendo mucho esfuerzo y lo que no me cabe duda es que cada vez hay mucha más sensibilidad para prestar atención en positivo a las personas de edad más avanzada.

-¿La gente joven está más concienciada en el cuidado del mayor que los que ya tienen 40, 50 años…?

-Los más jóvenes tienen una enorme ternura hacia los mayores. Es verdad que los adultos de hoy son muy solidarios con los ancianos que son parientes suyos, pero fuera del espacio extrafamiliar, no tanto. Las familias actualmente han cambiado su formato y, gracias a ello, los jóvenes tienen una mayor sensibilidad con respecto a implicarse con personas de edad que no sean del entorno familiar. Este es un dato esperanzador.

-¿Estamos viviendo una época en la que se aparta a los más mayores?

-Creo que en este país, siendo la familia el asunto más relevante de la vida de los españoles, y así se refleja una y otra vez en las encuestas del CIS, pedirle a un padre o a una madre que se vayan a una residencia, debe ser muy doloroso, difícil, y es crítico en la mayoría de las familias. No hemos sido capaces de dotarnos de alternativas y hemos puesto otro tipo de prioridades por delante que nos confunden.

-¿Han intervenido los mayores, los jubilados, los pensionistas, en ayudar a que España superara la crisis?

-Esta demostrado que, en general, han tenido una acción solidaria y casi siempre sin esperar nada a cambio. Su aportación es indudable. Lo que se ha demostrado una vez más es que la familia, en cualquiera de sus fórmulas, aparte de estar bastante sana, sigue siendo uno de los puntos de apoyo fundamentales para la sociedad española.

-En cuanto al Homeshare, ¿en que favorece a las personas mayores meter a un estudiante absolutamente desconocido en su casa?

-La idea es que la persona mayor se sienta acompañada y pueda hacer frente a su día a día con más confianza y seguridad. Pero después de investigar el tema, diría que el beneficio número uno es que el mayor se abre a una experiencia nueva con una persona desconocida y además de diferente edad, lo que le coloca en la perspectiva de un horizonte más positivo, más alargado y más enérgico. La presencia de un joven es una fuente de vitalidad y una oportunidad para seguir creciendo. Sentirse acompañado, tener a alguien con quien dialogar, de confianza, repercute en el bienestar y la mejora de la salud de las personas.

-¿Y no se puede caer en el peligro de que el estudiante se convierta en un cuidador?

-Si pasa eso, es que el programa no está bien gestionado. Si quien lo dirige, lo hace adecuadamente, el peligro es prácticamente inexistente.

-¿Y cuál es el beneficio para el estudiante?

-La respuesta clásica sería decir que obtiene un alojamiento muy económico en lugares que suelen estar bien situados. Pero cuando hemos investigado este tema, nos hemos dado cuenta de que el estudiante, gracias a estar con una persona mayor, se recoloca en su propio ciclo de vida, gana perspectiva respecto a los años que le quedan y es sensible a lo que, normalmente, no prestamos atención hasta que nos llega una edad avanzada, que es el deterioro por la edad. Eso es un enorme beneficio ya que el joven se va a cuidar más y, por tanto, el envejecimiento de la sociedad será mejor.

-Estos programas de mayores que comparten su casa con estudiantes no están muy extendidos en España…

-No tanto como nos gustaría. Hay dos retos a los que nos enfrentamos: Uno de ellos es que somos un país muy familiar. La familia entra dentro del concepto de lo privado, y esto incluye el hogar donde se reside. No tenemos práctica en la apertura hacia una persona desconocida con la que no se tienen lazos familiares. Y en segundo lugar creo que las organizaciones que estamos haciendo estos planes debemos hacer más difusión y explicar mejor en que consisten. Si las dos cosas se resolvieran, seguramente el tema crecería exponencialmente.

¿QUÉ ES CONVIVE?

En España viven más de 8 millones de personas mayores de 65 años, de las cuales un 20% viven solas. Muchas de ellas manifiestan que se sienten solas, lo que puede tener efectos perjudiciales para su salud. A pesar de esta soledad y aislamiento, la mayoría prefiere permanecer en sus hogares antes que trasladarse a una residencia.

El programa Convive, gestionado por la ONG Solidarios para el Desarrollo, permite que un estudiante universitario viva en casa de una persona mayor durante el curso académico. Las personas mayores del programa se valen por sí mismas para la vida cotidiana, aunque prefieran contar con apoyo y compañía en su casa. Los jóvenes universitarios comparten las tareas y los gastos en el domicilio de la persona mayor.

La convivencia se desarrolla dentro de un Acuerdo pactado previamente entre las partes donde se regulan los compromisos y derechos de las partes.

www.abc.es/familia/mayores/abci-jovenes-suelen-sensibles-personas-mayores-no-entorno-familiar-201705