«La edad la marca el cerebro, no los años»

«La edad la marca el cerebro, no los años»

FRANCISCO JAVIER GONZÁLEZ. INVESTIGADOR
El experto en gerontología dará dos conferencias en Granada sobre el fin de los mitos de la vejez

ANDRÉS CÁRDENAS

«Para envejecer bien no es importante lo que comes o el ejercicio que haces, sino lo que piensas». Esta es una de las enseñanzas que intenta transmitir en sus charlas el investigador en gerontología Francisco Javier González, que durante los días 23 y 25 de febrero dará sendas conferencias con el título Rediseñar el envejecimiento. El fin de los mitos de la vejez. Las charlas serán en el Aula Permanente de Formación Abierta (Antigua Escuela de Enfermería) y en la sede de Ofecum, en la calle Pavaneras 4).

-¿Envejecer es bueno para la salud?

-Aunque suene a contradicción, todos queremos cumplir muchos años con salud, especialmente si la alternativa es morir prematuramente. A partir de ahí, veo que todas las personas que queremos llegar a centenarios con salud hacemos prevención, nos interesamos más por la alimentación saludable, recordamos que el sedentarismo nos acorta la vida en siete años, tenemos una actitud optimista y en general cuidamos mucho más nuestra salud. En definitiva el proceso de envejecer, si lo enfocamos así, mejora nuestra salud.

-¿Hay un secreto para la longevidad?

-Sí, pero ya no es un secreto. Es un conjunto de medidas sobre nuestros hábitos. Lo curioso es que, contrariamente a lo que muchos piensan, son cambios que debemos hacer mayormente en nuestras actitudes y convicciones (un 75%) y tan solo un 25% en los hábitos de alimentación y ejercicio, según afirma la gerontología. Por tanto lo más importante no es tanto lo que comes o lo que te mueves, que también, sino sobre todo lo que piensas y lo que crees.

-¿Por qué la mujer vive más que el hombre?

-La mujer en España vive de promedio 84 años, es decir 5 más que el hombre y más o menos esa misma diferencia se da en todo el mundo, incluso en los lugares de longevidad extraordinaria como son Okinawa en Japón, Nicoya en Costa Rica y las islas mediterráneas Cerdeña e Ikaria. Parece que la mujer gestiona mejor su proceso de envejecimiento, evita ciertos excesos e imprudencias, hace más prevención personal de su salud, es más sociable y dedica más tiempo a ser útil a los demás incluso a edades avanzadas. Todos estos son factores que alargan la vida. Tampoco hay que desdeñar dos realidades físicas, el corazón de la mujer es más fuerte y su sangre se renueva con frecuencia. Esta diferencia está generalizada hasta el punto de que el 85% de las personas centenarias son mujeres.

-¿Hay unas comidas que aceleran el envejecimiento y otras que no?

-Ciertamente, pero para ser exactos hay que aclarar que en los supermercados el setenta por ciento de los alimentos que se venden parecen comida, pero no lo son. Son comestibles pero no son nutritivos, llenan el estómago pero no aportan nutrientes, aunque sí aportan toxinas y tres de los principales enemigos de nuestro cuerpo: azúcares, harinas y grasas saturadas. Esa pseudo comida acelera el envejecimiento.

-¿Cuáles son los enemigos de la vejez?

-Hay varios, como el estrés, la excesiva medicalización, el sedentarismo, la soledad, el sentirse inútil o innecesario, pero yo destacaría, como principal enemigo, la creencia generalizada de que vejez y enfermedad son sinónimos.

-Dicen que cada día habrá más viejos y que llegará el día en que la sociedad esté totalmente envejecida.

-El hecho de que en el último siglo se haya duplicado la expectativa de vida de un promedio de 40 años a los actuales 80 no es un fracaso, antes bien, es un triunfo de la civilización. Solo tenemos que quitarle a la palabra «envejecida» la connotación peyorativa y eso no es difícil si observamos que los principales logros humanos los vienen consiguiendo personas con un promedio de 60 años, Pau Casals estaba en plena actividad creadora a los 96, Picasso a los 91, Rubinstein a los 90, Victor Hugo y Goethe a los 83, Kant y Verdi a los 80 y la lista continúa. Igualmente, la lista de Premios Nobel son personas de más de 60 años en su gran mayoría. La sabiduría acumulada y la experiencia de los mayores es lo que hace mover al mundo.

-¿Hay algunas normas o pautas para mantener el cerebro saludable?

-Con toda claridad, mantenerlo activo. El cerebro mejora, se desarrolla y aumenta sus capacidades con la edad. La pérdida global de la memoria, por ejemplo, no es mucho mayor que a otras edades y la inteligencia no solo no disminuye, sino que puede aumentar. El auténtico objetivo es la intemporalidad para evitar la tiranía del DNI. Por cierto, el bailar en pareja disminuye en un 76% el riesgo de padecer demencia.

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