Un cuento para que los niños comprendan las fases del cáncer de mama metastásico

Un cuento para que los niños comprendan las fases del cáncer de mama metastásico

* ‘El álbum de mamá’ les ayuda a entender por qué a su madre se le cae el pelo
* Los expertos aconsejan hacer sentir partícipes a los niños. No conviene aislarles

LAURA TARDÓN – MADRID

A lo largo de las páginas del cuento ‘El álbum de mamá’, Veloz, un caballo balancín y fiel amigo de Mateo, va ayudando al niño a entender por qué su madre está cansada para jugar, por qué no tiene pelo o por qué se va de casa unos días para ir al hospital. A los más pequeños (entre cuatro y ocho años) «no hace falta denominar que se trata de cáncer de mama metastásico», indica Vicenta Almonacid, especialista en Psicología Clínica y experta en Psicooncología. Pero sí «es importante que los padres les expliquen con un lenguaje comprensible lo que está pasando, sin dramatizar, intentando normalizar la situación». A estas edades, los niños viven la vida a través de lo que les explican sus padres.

Es muy difícil explicar la gravedad de esta enfermedad. En la consulta de Almonacid, una de las preguntas que más plantean las mujeres con este tipo de cáncer es: ¿Se lo digo a mis hijos? ¿Cómo? «Tienen miedo. Tendemos a sobreproteger a nuestros hijos y evitarles nuestro sufrimiento. Creen que lo van a vivir con la misma angustia que los adultos», argumenta la experta. Hay que tener en cuenta, agrega, «que su mundo es distinto. Viven más el aquí y el ahora. Viven las situaciones según se las presentamos y necesitan conocer y entender los cambios que están ocurriendo en la vida de su madre porque si no, usan su fantasía para explicar lo que ocurre». A veces, el hecho de ver triste a su madre «genera ansiedad y llegan a pensar que es por su mala conducta. Desarrollan un sentimiento de culpabilidad».

Cada madre tiene una historia y cada niño también, pero es recomendable ir explicando al ritmo de la enfermedad y del niño. «No conviene adelantarles información o prepararles para lo que va a pasar», aclara la psicooncóloga, que insiste en que «piensan en el aquí y el ahora» y, además, no siempre ocurre lo que se espera. Por ejemplo, no todas las mujeres pierden pelo tras los tratamientos.

El cuento infantil que ha presentado Novartis y la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) pretende ser una herramienta para ayudar a los padres a hablar con sus pequeños de lo que va pasando como consecuencia del cáncer de mama metastásico. De hecho, se distribuirá en hospitales y asociaciones de pacientes de toda España. Incluye varios capítulos de las distintas fases de la enfermedad.

Explicaciones y compensaciones

Por ejemplo, justificar la tristeza de la madre de Mateo, su caballo balancín, Veloz, le cuenta que cuando era pequeño, su «mamá tuvo un bultito en el pecho que el médico le curó, pero ahora otros bultitos han aparecido en otras partes de su cuerpo y está un poco triste». Sumado a la explicación, «conviene añadir una compensación». En la historia infantil, Veloz propone animar a la madre de Mateo «dándole abrazos muy grandes para que se ponga contenta». Es aconsejable, además, hacerles sentir partícipes y no aislarles», recomienda Almonacid. En la medida de lo posible, «motivarlo a que colabore cuidando de su madre y que conozca medianamente el proceso de forma lo más natural posible».

Así ocurre en otros episodios del cuento en los que a la madre de Mateo se le cae el pelo, tiene falta de apetito o tiene que ingresar en el hospital. Veloz argumenta que la medicina es la responsable de que el pelo sea menos fuerte. Por eso, «si se lo corta le saldrá más bonito». Le propone un juego al niño: llevar varios gorros a su madre y disfrazarse los dos con ellos. Cuando está cansada para salir de casa con Mateo, Veloz les propone hacer una acampada en el salón y cuando su madre va al hospital, le reconforta la promesa de su llamada cada tarde para contarle sus aventuras del día y para darle las buenas noches.

Ya existen otros cuentos para explicar a los niños el cáncer de mama, pero en las primeras etapas. «No había ningún material escrito para ayudar a las mujeres con cáncer de mama metastásico», apunta Almonacid. La situación es diferente. «Las pacientes que padecen cáncer de mama metastásico saben que no se van a poder curar como otras mujeres que empezaron con ellas o que conocen y necesitan prepararse física y emocionalmente para ello». En estos casos, «el aislamiento social y familiar puede producirse debido al miedo que sienten a la hora de hablar sobre su enfermedad; no quieren ser compadecidas ni sentirse diferentes al resto. El sentimiento de fracaso en su lucha contra la enfermedad puede aparecer y debemos estar preparados para ello».

El cuento termina con un dibujo de Mateo mirando un álbum de fotos familiar y con una cámara de fotos que su padre le regala por su segundo cumpleaños. En la imagen no aparece su madre. El niño pregunta: «Papá, ¿crees que algún día seré tan buen fotógrafo como mamá?». Claro, le responde su padre, «Tú eres tan especial como ella y tus fotos quedarán preciosas en el álbum de mamá». En todo momento, hay que intentar motivar al niño y hacerle cómplice.

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