“Las personas mayores han jugado un papel fundamental en la crisis”

“Las personas mayores han jugado un papel fundamental en la crisis”

María Ángeles Durán ha realizado el informe ‘Las personas mayores en la Economía de Euskadi’ que tiene como objetivo último «reconocer y valorar la labor invisible del colectivo humano en edad avanzada y su aportación a la economía real».

PAOLA FERNÁNDEZ

Según los expertos, el fenómeno del envejecimiento es un éxito de las sociedades avanzadas, pero hay que evitar que sea un problema. En Euskadi hace años ya que el envejecimiento de su población es notable, cuestión preocupante, sobre todo por las consecuencias que pueda tener en las políticas públicas. La profesora Ad Honorem del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, María Ángeles Durán, ha realizado el estudio ‘Los Mayores en la Economía Social de Euskadi: Contribución no monetaria de los mayores’, el cual tienen como objetivo último reconocer y valorar la labor invisible del colectivo humano en edad avanzada, su aportación a la economía real, en base a servicios no monetarizados producidos fuera del mercado y desintegrar estereotipos injustos e innecesarios.

Pregunta. Se habla mucho del problema del envejecimiento de la población y cada vez somos más conscientes de ello. ¿Cómo enfocas esta situación?

Respuesta. Hay dos ideas interesantes. La primera es que sólo es moderadamente previsible lo que va a suceder porque, por ejemplo Eustat trata con siete escenarios distintos y únicamente distingue entre los que considera más probables y menos probables. Pero no es una cuestión matemática y entre esos siete escenarios todos coinciden en que la población de Euskadi va a envejecer más, pero en cuánto y en cómo se distribuya la proporción de hombres y mujeres hay bastantes diferencias. En este sentido, lo más probable es que se envejezca mucho, sobre todo va a crecer en los próximos años el grupo de los mayores de 80 años y además esta población va a feminizarse esa población.

Asimismo, agradecería que el envejecimiento, en vez de presentarlo como un problema se presentara como un éxito, porque tenemos que acostumbrarnos a dejar de hablar de pirámides de población y empezar a hablar de torres de población. Que una población sea una pirámide y se convierta en una torre, en realidad es un enorme éxito porque significa que somos invitados a la fiesta de la vida y nadie nos hecha del club.

P. Sin embargo, a nivel económico el envejecimiento se ve como una carga.

R. Está mal visto. Es cierto que en una economía de mercado estorban todos aquellos que no es fácilmente extraíble su plusvalía, solamente interesa el trabajador al que se le puede obtener una plusvalía fuerte o el consumidor que puede consumir bienes que han costado poco producirlos. Las personas en la economía de mercado nos relacionamos de estas dos maneras. Pero es un error confundir el mercado con la economía. Porque en la economía hay que tener en cuenta los recursos no monetarizados, de los cuales el más importante, sin comparación, es el trabajo no remunerado.

P. Y teniendo en cuenta la crisis que estamos viviendo ¿Cuál es el papel de los mayores en el ámbito monetarizado y en el no monetarizado en Euskadi?

R. En el ámbito monetarizado los mayores han jugado un papel fundamental en la crisis. Son garantes de una estabilidad en el consumo, son redistribuidores de rentas con los otros miembros de la familia que lo necesitan y son grandes propietarios como colectivo, porque aunque individualmente sus viviendas sean menos valiosas que las de los más jóvenes, como las tienen más pagadas son dueños de una parte de la riqueza de Euskadi.

Asimismo, fuera de la economía, en el momento en el que ellos están jubilados todos dejan de ser productores para el mercado, pero siguen siendo consumidores. Su papel se redefine, más el de los hombres que el de las mujeres, porque han estado incorporados al mercado. Entonces, por ejemplo los hombres abandonan el tipo de producción monetarizada y en parte se reciclan para la producción no monetarizada. Por su parte, las mujeres mayores trabajan una barbaridad, porque se hacen cargo de muchísimos servicios.

En este sentido, las estadísticas falsean la realidad completamente, porque si a una mujer mayor le preguntan en la EPA probablemente va a contestar que es pensionista, lo que no va a decir es que es productora de servicios no remunerados para el resto del hogar. Solamente la que no recibe ninguna pensión y no está trabajando, dirá que es ama de casa, por lo que sale un porcentaje de amas de casa todavía bastante alto, pero absolutamente falso. Porque hasta yo soy ama de casa, o sea, soy catedrática de universidad, profesora de investigación, Premio Nacional de Investigación, y soy ama de casa, lo que pasa que antes me suicido que definirme ante una encuesta como que yo soy ama de casa. Diría que soy catedrática, pero le dedico montones de horas a la casa.

Tiene tal poder de deformación de la realidad los grandes instrumentos de estadística que iluminan muchísimo una zona de la realidad y oscurecen otra zona. Entonces no sabemos casi nada sobre el trabajo que no está iluminado por los instrumentos convencionales de observación.

P. Es evidente que tenemos un problema de cuidados, ¿Qué medidas se podrían llevar a cabo?

R. Redistribuir, no hay más manera. Si dibujásemos el trabajo no remunerado y el remunerado, la circunferencia del primero es más grande que la del segundo. Si encima se va a aumentar todavía más la circunferencia del trabajo no remunerado ¿cómo puedes sacar recursos del trabajo remunerado para financiar el trabajo no remunerado? O sea para mejorar un poquito aquí tengo que pegar un mordisco grandísimo en el otro lado, y eso es muy difícil que se pueda hacer. Hay que redistribuir e integrar las dos opciones.

La gente joven no cuida por ejemplo, están exentos prácticamente, y los hombres cuidan muy poco, sobre todo en la edad productiva. Y cuando se llega a la jubilación los hombres se jubilan y las mujeres siguen trabajando hasta los 80, no tiene sentido.

Otro tema importante y por el que estamos resolviendo los cuidados a los mayores es por la internacionalización. Esto es pan para hoy y hambre para mañana. Porque a quienes llegan de fuera, el mercado español les quiere mucho porque son más baratos, pero eso significa que generas una clase social marginada pobre y que antes o después se enfadará y querrá ser igual. He estudiado la trayectoria de los inmigrantes y entran en el único nicho que el mercado les permite, que es el de empleados de hogar. Al cabo de 5 años, los que han podido se han ido a nichos mejores y vuelve a quedarse vacío, y vuelve a necesitarse más gente para que lo llene. Esta situación no puede suceder de una manera indefinida, sobretodo en un mercado de trabajo que no está creando empleo.

www.eldiario.es/norte/personas-mayores-jugado-fundamental-crisis_0_275073427.html