Klotho, la proteína que alarga la vida

Klotho, la proteína que alarga la vida

Esta proteína se produce en los riñones y estaría directamente relacionada con el retraso del envejecimiento.
En España, la Fundación Jiménez Díaz lidera las investigacioneS

E. ARRIETA

En 2030, un 20% de la población de la mayor parte de los países desarrollados será mayor de 65 años. Un número creciente de start ups -no sólo biotecnológicas-, científicos, inversores y emprendedores en todos los campos trabajarán para solucionar los problemas y resolver las necesidades de una población que vivirá cada vez más años.

El envejecimiento no es una enfermedad en sí misma, pero sí la causante de muchas de ellas. Hay muchas propuestas y proyectos para combatir el paso el tiempo. Uno de los más fascinantes tienen que ver con la proteína Klotho.

Así, se cree que la ausencia de Klotho podría provocar enfermedades como la arteriosclerosis, la osteoporosis y algunas atrofias de la piel, mientras que su abundancia ayuda a equilibrar el metabolismo del fósforo y tiene efectos antioxidantes.

Klotho (en la mitología griega, la hija menor de Zeus, que hilaba con su rueca las hebras de la vida) fue descubierto en 1997 en Japón a partir de unos ratones que envejecían prematuramente y, desde entonces, científicos de todo el mundo tratan de averiguar cómo funciona la proteína y cómo aplicar el conocimiento que tienen sobre ésta a la medicina: es decir, cómo regenerarla o ayudar a un riñón a producir más cantidad.

La mala noticia es que las investigaciones están aún en fases tempranas. Tampoco el mundo de la cosmética se ha interesado, por ahora, en el Klotho. En humanos, se sabe que los pacientes de diálisis, por ejemplo, sufren con más frecuencia enfermedades asociadas al envejecimiento como dolencias cardiovasculares y óseas.

La Fundación Jiménez Díaz es uno de los organismos que investiga el Klotho, y puede ya identificar posibles defectos en la generación de esta proteína, que pueden tratar de combatirse con tratamientos antiinflamatorios. También habrían encontrado ya sustancias que podrían afectar negativamente a la creación de Klotho, de modo que los médicos pueden actuar sobre éstas como método preventivo.

El Klotho no es la única sustancia que ayuda a alargar la vida de un organismo. Los riñones producen también eritropoyetina, que combate la anemia, y la vitamina D activa, que mejora las defensas. Estas últimas pueden ser inyectadas a pacientes de enfermedades renales, algo que no se puede hacer con el Klotho.

Tratamientos con telomerasa

Otras investigaciones relacionadas con la búsqueda de la eterna juventud se centran en tratamientos sobre los genes. Por ejemplo, el año pasado, investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) probaron con éxito la primera terapia génica contra el envejecimiento.

La terapia se basa en tratar al animal con un virus cuyo ADN ha sido modificado, concretamente, con la enzima telomerasa. La telomerasa repararía los extremos de los cromosomas, los llamados telómeros, y al hacerlo frena el reloj biológico de la célula y, por ende, del organismo. Los telómeros son la mejor medida conocida de la edad biológica -frente a la cronológica- y se muestran como un indicador potencial del estado de salud del organismo.

A corto plazo, la aplicación de la telomerasa en humanos contra el envejecimiento tampoco parece posible, pero sí podría abrir una nueva vía al tratamiento de enfermedades relacionadas con la presencia en los tejidos de telómeros anómalamente cortos, como algunos casos de fibrosis pulmonar.

La empresa española Life Length, surgida precisamente de los descubrimientos de María Blasco en el CNIO, trabaja también en el campo de los telómeros.

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