El 30% de las personas mayores de 65 años sufre caídas al menos una vez al año

El 30% de las personas mayores de 65 años sufre caídas al menos una vez al año

Las caídas reiterativas conducen a la disminución de autonomía personal incrementada por el temor a la repetición, lo que da lugar a aislamiento social, dado que los afectados permanecen el mayor tiempo posible en un entorno que considera seguro

Alrededor del 30 por ciento de los mayores de 65 años sanos sufren caídas al menos una vez al año, en un porcentaje que asciende hasta el 50 por ciento en el caso de las residencias.

Así lo ha expuesto este sábado el catedrático de Fisiología de la Universidade de A Coruña, Javier Cudeiro, en la conferencia de clausura del XXV Congreso de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría, celebrado en la ciudad herculina, en donde ha advertido que el 20 por ciento de las caídas necesitan atención médica, mientras que el cinco por ciento de ellas deriva en fractura, lo que se convierte en el motivo principal de lesión causante de ingreso en hospital de personas mayores de 65 años.

De este modo, ha remarcado que las caídas reiterativas conducen a la disminución de autonomía personal incrementada por el temor a la repetición, lo que da lugar a aislamiento social, dado que los afectados permanecen el mayor tiempo posible en un entorno que considera seguro. Todo da lugar a una pérdida de confianza, que puede desembocar en episodios de depresión y ansiedad.

En concreto, ha llamado la atención sobre las patologías como la enfermedad de Parkinson, en el que el problema se agudiza debido a la mayor prevalencia de las caídas, en donde casi el 70 por ciento de los enfermos sufren caídas a lo largo del año.

Señales externas como medidas preventivas

Por todo ello, este experto aboga por tomar medidas preventivas que reduzcan el impacto social de las caídas entre los ancianos, tanto en lo que se refiere a los recursos económicos como humanos.

Así, apuesta por el uso de señales externas, ya sea por medio de la visión, del oído o incluso del tacto, con la intención de suplir el déficit de las señales marcadoras internas del paciente que contribuyen al control del movimiento, de forma que se pueda ayudar a la ejecución de actos.

En los casos de Parkinson, hay otras partes del sistema nervioso como el cerebelo que contribuyen al control motor cuando los movimientos se inician mediante un estímulo externo.

Estos circuitos serían los destinatarios de la estimulación rítmica externa y serviría como una ayuda para mejorar el movimiento e, incluso, superar los bloqueos motores que son tan incapacitantes.

Avances en teleasistencia

Por su parte, el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), José Carlos Millán, ha abogado por el uso de las TIC para instaurar medidas de apoyo a domicilio que permitan a las personas mayores mantenerse por sí mismos, «sin pensar en acudir a una residencia o institución similar».

Sobre esta cuestión se ha referido al proyecto de Telegerontología, desarrollado por el Grupo de Investigación en Gerontología de la Universidad de A Coruña.

Esta patente de Telegerontología es un dispositivo a modo de centro de control que –bien sea desde el propio domicilio, residencias u hospitales– conecta a la persona usuaria mediante Internet, a un centro remoto las 24 horas del día, los 365 días al año, y permitiendo de forma interactiva, visualizar contenidos, registrar actividades o parámetros biomédicos.

El llamado «programa estrella» de este dispositivo es el Telecognitio, para entrenar y evaluar áreas mentales como la memoria o la concentración.

Otras funciones son la telealarma por videoasistencia que genera una conexión con el centro de control mediante la pulsación del botón de emergencia. Asimismo, la teleoftalmología valora la agudeza visual de forma ‘online’.

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