Hacer ejercicio ayuda a combatir la depresión

Hacer ejercicio ayuda a combatir la depresión

El deporte diario hace las funciones de un segundo fármaco

El ejercicio puede ser tan eficaz como un segundo medicamento para casi la mitad de los pacientes con depresión, sobre todo aquellos cuya condición no haya sido curada por un antidepresivo. Así lo ha establecidon un estudio realizado por la Universidad de Texas (EEUU), cuyos resultados se han publicado en la revista ‘Journal of Clinical Psychiatry’.

La investigación muestra que tanto niveles moderados como intensos de ejercicio diario pueden hacer las funciones de un segundo fármaco antidepresivo, que se utiliza a menudo cuando los medicamentos iniciales no consiguen la remisión de la enfermedad. El tipo de ejercicio que se necesita, sin embargo, depende de las características de los pacientes, incluido su género.

Estos hallazgos son el resultado de un estudio de cuatro años realizado por el departamento de Psiquiatría de la Universidad de Texas en colaboración con el Instituto Cooper de Dallas (EEUU). El Instituto Nacional de Salud Mental financió el estudio, que comenzó en 2003 y supone una de las primeras investigaciones controladas en EEUU. Los resultados sugieren que la adición de una rutina regular de ejercicio, en combinación con medicamentos prescritos por el médico, puede aliviar completamente los síntomas de un trastorno depresivo mayor.
«Muchas personas que empiezan a tomar un medicamento antidepresivo se sienten mejor después de haber comenzado el tratamiento, pero todavía no se sienten del todo bien o tan bien como lo estaban antes de que cayeran en una depresión», explica el director del estudio y profesor de Psiquiatría, Madhukar Trivedi.

Los participantes en el estudio presentaban un diagnóstico de depresión y una edad comprendida entre los 18 y 70 años. Los voluntarios no habían experimentado mejorías con un tratamiento farmacológico tradicional. Cada grupo realizó un diferente nivel de intensidad de ejercicio durante 12 semanas.

Los participantes, que presentaban de media una depresión de siete años, realizaban ejercicio sobre cintas para correr, bicicletas estáticas o ambas cosas, mantenían un diario ‘on line’ de la frecuencia y duración de las sesiones y llevaban un monitor de frecuencia cardiaca durante el ejercicio en casa. Asimismo, se reunieron con un psiquiatra durante el estudio.

Al final de la investigación, casi el 30% de los pacientes de ambos grupos alcanzó una remisión completa de su depresión, y otro 20% mostró una mejoría significativa, según la base de mediciones psiquiátricas estandarizadas.

El ejercicio moderado es más eficaz para las mujeres con antecedentes familiares de enfermedad mental, mientras que el ejercicio intenso es más eficaz para las mujeres cuyas familias no tienen un historial de esa enfermedad. Por su parte, para los hombres, la tasa más alta de ejercicio es la más eficaz, independientemente de otras características.

«Este es un resultado importante porque se ha visto que el tipo de ejercicio que se necesita depende de las características específicas del paciente, lo que demuestra que los tratamientos pueden necesitar ser adaptados a la persona», explica Trivedi, quien concluye que el estudio «también apunta a una nueva dirección para tratar de determinar los factores que nos dicen que el tratamiento puede ser la más efectiva».

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2011/08/24/neurociencia/1314188410.html