01 Nov La Confederación de Personas con Discapacidad señala que la mayoría de museos andaluces «no es accesible»
De los 29 museos «más relevantes», solo diez están completamente adaptados para personas con discapacidad física, según un estudio
SEVILLA, 8 Oct. (EUROPA PRESS)
Un estudio realizado por técnicos de la Confederación Andaluza de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (CANF-COCEMFE Andalucía) mediante visitas a 29 destacados museos de la comunidad andaluza revela que sólo diez cumplen con las disposiciones vigentes que permiten su visita a personas en silla de ruedas o movilidad reducida. Museos como el del Parque de las Ciencias de Granada, el de Patrimonio Municipal de Málaga o el de Bellas Artes de Sevilla destacan por su accesibilidad.
Se da la circunstancia de que en la pinacoteca sevillana, asentada sobre un edificio del siglo XIII, se han realizado actuaciones «acertadas» para convertirla en accesible. Sin embargo, otros museos, como el de Bellas Artes de Granada, el de Artes y Costumbres Populares de Sevilla, el Manuel de Falla en Granada o el Museo Antonio Manuel Campoy en la provincia de Almería, presentan considerables barreras de acceso o en el recorrido, se ha indicado en nota de prensa.
De los museos considerados en el estudio, el 44,8 por ciento presenta obstáculos que impiden o dificultan la entrada a personas con movilidad reducida y un 55,2 por ciento tiene importantes trabas en su visita. Sólo nueve disponen de aparcamientos próximos reservados a personas con discapacidad y otros tantos poseen aseos totalmente accesibles según la normativa vigente. Asimismo, sólo cinco cuentan con elementos de apoyo –como asideros en paredes o barandillas en escaleras– para personas con movilidad reducida en su recorrido. El 65,5 por ciento de los museos estudiados que cuentan con ascensores cumplen con lo preceptivo.
Además, se constata con este estudio que una asignatura pendiente en los museos son los sistemas de señalización visual, sonora y táctil para que los visitantes con discapacidad puedan acceder a diversa información. No se suele respetar la ubicación de los rótulos, que deben estar a una altura entre los 90 y los 120 centímetros, y tampoco es frecuente la incorporación en estos museos de servicios de megafonía, señales luminosas, o escritura en Braille, de forma que se impide el acceso a la información a personas con discapacidad sensorial.
Asimismo, los resultados muestran que esta situación podría mejorarse de forma «significativa». Este estudio pone de manifiesto que, aunque la tendencia es acercarse a un diseño más accesible, todavía existen «importantes» obstáculos a personas con discapacidad, mucho más pronunciados en los edificios antiguos, pero también en los de nueva construcción. Si el acercamiento a la cultura debe estar al alcance de todos, no se pueden concebir las barreras de acceso y disfrute a los principales espacios culturales.
Además, se aconseja mejorar aspectos como los aparcamientos reservados próximos a estos museos, la señalización con rótulos indicativos o folletos de los itinerarios para personas con discapacidad o la adaptación de las ventanillas de información –sobre todo por la altura–, entre otras sugerencias. «Es lamentable que, en muchos casos, las personas con discapacidad deban contar con la suerte o la voluntad del personal de los museos para tener acceso a estos recintos», se ha indicado.
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