Sí, el edadismo también puede ser autoinflingido, se conoce como autoedadismo.
El edadismo está muy presente en la sociedad, forma parte de nuestra cultura y las personas de mayor edad pueden haber interiorizado los estereotipos negativos que pesan sobre ellas y actuar en consecuencia, afectando a su salud y bienestar. En todas las edades se produce el edadismo.
Cuando existe la creencia de que al envejecer no podemos, no somos capaces, no debemos, ya no nos toca, eso es autoedadismo y responde a la opinión de lo que debe y no debe ser y hacer una persona según su edad. Y ese autoedadismo aprendido desde la niñez, lo trasladamos a las vivencias adultas.
Ejemplos: “estoy mayor para…”, “con esta edad mejor no…”, “a mi edad…”.
En resumen, estas ideas son autodiscriminación, respondiendo a lo que hemos aprendido a lo largo de la vida, a lo que nos hemos creído y sentimos como evidente.
Las personas que tienen mayor autoestigma relacionado con la edad, presentan más síntomas psicológicos, más discapacidad y mayor probabilidad de muerte.