En muchos países, los adultos mayores tienen la posibilidad de postularse para cargos públicos, como concejales, diputados o incluso presidentes. Su experiencia y perspectiva pueden ser valiosas para crear políticas más inclusivas y adaptadas a las necesidades de la población mayor.

Algunos partidos ofrecen actividades especialmente dirigidas a adultos mayores o «militantes históricos», por lo que puede ser una excelente oportunidad para participar activamente.

En muchos países, las personas mayores tienen un rol importante como consejeros o dirigentes dentro de organizaciones sindicales.

Las personas mayores pueden participar en consultas populares o referendos, donde se les pide su opinión sobre decisiones importantes que afectan a toda la sociedad. Esto incluye temas sobre reformas constitucionales, leyes nacionales o iniciativas locales.

Muchos gobiernos y organizaciones crean consejos consultivos o comités donde los adultos mayores pueden expresar sus opiniones sobre políticas que les afectan directamente. Estos espacios son esenciales para dar voz a la población mayor en temas relacionados con la salud, la educación, la vivienda y los derechos de los mayores.

Los adultos mayores pueden involucrarse en movimientos y organizaciones que luchan por los derechos de las personas mayores, como la mejora de las pensiones, la atención médica o el acceso a servicios adecuados. También pueden organizar y participar en protestas, campañas o peticiones para cambiar leyes o promover derechos.

La participación política también puede incluir el rol de los adultos mayores como consultores o asesores, ofreciendo su experiencia en la creación de políticas públicas que promuevan el envejecimiento activo y la inclusión de los mayores en la sociedad.

En la era digital, los adultos mayores también tienen la posibilidad de participar políticamente a través de plataformas en línea, como foros de discusión, encuestas y peticiones digitales. Esto facilita que puedan involucrarse incluso si no pueden asistir físicamente a reuniones o eventos.

Los adultos mayores también deben tener un rol activo en la defensa de sus propios derechos y en la lucha contra la discriminación por edad (edadismo). Esto incluye la participación en organizaciones de defensa de los derechos de los mayores y el impulso de leyes que protejan su bienestar y sus derechos fundamentales.