Igualdad impulsa mecanismos para empoderar a las mujeres mayores de 65, que son víctimas de una mayor vulnerabilidad.

Igualdad impulsa mecanismos para empoderar a las mujeres mayores de 65, que son víctimas de una mayor vulnerabilidad.

El estudio de la Universitat Jaume I para elaborar el Plan de Envejecimiento Activo concluye que la situación de soledad y las bajas pensiones que perciben las hacen más vulnerables.

REDACCIÓN

La Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas ha impulsado diversos mecanismos encaminados a empoderar a las mujeres mayores de 65 años, que están en una situación de mayor vulnerabilidad, motivada, entre otras cuestiones, por la falta de apoyos y el hecho de que se ven obligadas a subsistir con pensiones muy bajas.

Ésta es una de las conclusiones a las que llega el estudio realizado por la Universitat Jaume I de Castelló, a petición de la Conselleria con el objetivo de que sirva de base para la elaboración del Plan de Envejecimiento Activo de la Comunitat Valenciana. En este trabajo de campo han participado 625 personas mayores de 50 años, pertenecientes a 33 municipios diferentes.

El estudio concluye que «este factor económico es crucial y afecta significativamente el resto de esferas de la vida de las personas mayores y, por lo tanto, sus opciones para gozar de un envejecimiento digno y activo se ven drásticamente reducidas y, en consecuencia, el envejecimiento deja de ser digno y activo».

El secretario autonómico de Igualdad y Diversidad, Alberto Ibáñez, ha destacado que el Consell ha sido sensible con esta situación desde el principio, y por eso ha puesto en marcha instrumentos que permita mejorar la vida de estas mujeres, como es el caso de la ley de la Renta Valenciana de Inclusión, que contempla una ayuda complementaria para aquellas personas que perciben unas prestaciones más bajas, y que va destinada principalmente a mujeres que cobran pensiones reducidas.

El requisito para solicitar esta ayuda complementaria es cobrar una prestación no contributiva por jubilación o invalidez o una prestación vinculada al Fondo de Asistencia Social o bien ser beneficiaria de la renta activa de inserción, en el caso de mujeres víctimas de violencia de género, ha explicado Ibáñez, quien ha incidido en que en todos estos casos la mayoría son mujeres.

La renta complementaria permite incrementar la pensión inicial hasta en cerca de 160 euros mensuales, a los que también se puede añadir una ayuda para el pago de la vivienda, ya sea hipoteca o alquiler, y para hacer frente a las facturas de agua, gas o luz.

«En muchas ocasiones, las mujeres tienen pensiones de menor cuantía que los hombres, y además en muchos casos se encuentran en un estado de viudedad, lo que merma todavía más su situación económica», ha señalado el secretario autonómico, quien también ha apuntado el hecho de que, en algunos casos, todo lo anterior se agrava porque «parte de estas pensiones se destina a cubrir necesidades de la familia».

Ibáñez ha puesto el ejemplo de las familias acogedoras extensas, que son aquellas que tienen vínculos de sangre con el niño o niña que acogen, y que en muchos casos están encabezadas por abuelas, que son el único sustento de estos hogares monoparentales.

En este sentido, ha recordado que la Comunitat Valenciana cuenta en la actualidad con las prestaciones por acogimiento de media más altas de España, y que se han equiparado entre las familias extensas y las educadoras, algo que antes no ocurría.

«Con esta medida, las familias extensas han pasado de percibir una cantidad de 135 euros al mes a 450 euros en la actualidad, una cantidad que sube hasta los 540 euros en el caso de familias monoparantales», ha explicado el secretario autonómico, quien ha señalado que, en el caso de niños o niñas con algún tipo de diversidad funcional, la mensualidad sube hasta los 600 euros si hay situación de monoparentalidad.

Asimismo, ha recordado que, desde la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad, también se ha equiparado el título de familia numerosa con el de monoparental, lo que ha ampliado el número de beneficios a los que tienen acceso este tipo de familias, que suelen estar encabezada por mujeres.

«La edad y el género no pueden constituir factores de exclusión del ejercicio de una ciudadanía plena y de un envejecimiento digno y activo», ha afirmado Ibáñez, quien ha incidido que, entre los compromisos del Consell, ha estado y sigue estando «profundizar en el origen de las desigualdades a través del empoderamiento de las mujeres».